El Ministerio de Relaciones Exteriores de Siria acusó hoy a hombres armados de la provincia septentrional de Aleppo de saquear unas 1.000 fábricas y de contrabandear el equipo hacia Turquía con el conocimiento del gobierno turco.
Estos actos son considerados "ilegales y equivalen a piratería", indicó el ministerio en cartas enviadas a la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El robo y la transferencia son "agresiones" contra las fuentes de sustento de los sirios y la vida económica del país.
El ministerio añadió que este acto muestra una vez más la ambición de Turquía y el papel de sabotaje que desempeña en la crisis siria.
Además, el ministerio pidió a la comunidad internacional que asuma la responsabilidad de combatir el terrorismo y asegurar la paz internacional.
La ONU debe "emitir una clara condena hacia esos actos de sabotaje y terrorismo y tomar las medidas necesarias para que los perpetradores paguen", así como a las fuerzas que los respaldan.