El presidente de Turquía, Abdullah Gul, pidió hoy al proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) que deponga las armas, en momentos en que oficiales de inteligencia turcos conversan con el líder encarcelado del PKK con el objetivo de desarmar a la organización.
"Cualquier política puede seguirse de una manera que no haya daño a la unidad de nuestro país ni a nuestro pueblo. Pero antes que nada, quienes tienen armas en sus manos y quienes les dan órdenes deben hacer lo que se necesita hacer", dijo Gul durante su visita a la provincia central turca de Afyonkarahisar, informó la agencia semioficial de noticias Anatolia.
Gul descartó cualquier suspensión de las operaciones militares contra el PKK a menos que el grupo se desarme. "Ningún país se doblegará frente a terroristas y todos deben entender esto", señaló.
El gobierno turco ha estado trabajando recientemente en un plan de paz mediante las conversaciones entre el líder del PKK, Abdullah Ocalan, y la Organzación Nacional de Inteligencia para poner fin a una insurgencia de tres décadas que ha cobrado decenas de miles de vidas.
El PKK, considerado como organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea, tomó las armas en 1984 en un intento por crear una patria étnica en el sureste de Turquía. Desde entonces, más de 40.000 personas han muerto en conflictos que involucran al grupo.