LA HABANA, 18 may (Xinhua) -- Cuba, que desde hace años vive una larga sequía, prepara hoy sus embalses en prevención de la temporada lluviosa, que va desde este mes de mayo hasta octubre venidero.
Con un llenado que según cifras oficiales apenas supera el 50 por ciento como promedio, los 242 embalses de la isla están en condiciones para enfrentar el período húmedo que inició este mes y se extiende hasta octubre, de acuerdo con el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH).
El jefe del Departamento de Balance de Agua y Energía del INRH, Yunior González, dijo que los embalses tienen la capacidad suficiente para enfrentar fuertes lluvias y evitar afectaciones por inundaciones, además de almacenar agua.
El experto señaló que se evalúa el estado de 16 aliviaderos de compuertas y se perfeccionan los sistemas de alerta temprana en cada provincia, enfocados a controlar las zonas y puntos de interés por amenaza de inundación, y conocer los equipos de medición de la lluvia y su escurrimiento.
González agregó que se estudia la vulnerabilidad de las cuencas hidrográficas de interés y que se han automatizado cinco de las 11 existentes, mediante dispositivos que recopilan datos ante la ocurrencia de eventos extremos.
Subrayó que, como parte de la preparación para enfrentar la actual etapa, están identificadas y se brinda especial seguimiento a 63 obras hidráulicas, entre ellas, canales y estaciones de bombeo con problemas técnicos o sin terminar.
Un reciente informe del INRH reveló que en la actualidad los embalses de la isla almacenan 4.818 millones de metros cúbicos de agua, lo que representa 486 millones de metros cúbicos menos en comparación con los volúmenes acumulados en igual etapa del año anterior.
Las orientales provincias de Las Tunas, Granma y Santiago de Cuba, por debajo del 35 por ciento de llenado, presentan la situación más crítica por la falta del líquido, dijo el especialista de la Dirección de Uso Racional del Agua del INRH, Omar Fernández.
La isla está ubicada geográficamente en la llamada zona de los grandes desiertos, que coincide incluso con el del Sahara, por lo que aquí se recibe la misma cantidad de irradiación solar que en esa zona.
En los últimos años, el país ha vivido una etapa de sequía, que se inició en noviembre de 2008 y se mantuvo durante 2009, año que se clasificó como el cuarto con menos lluvias en 109 años.
Las autoridades han advertido que la sequía es un fenómeno acumulativo que requiere de grandes inversiones para enfrentarlo, pues hay que construir canales, mejorar embalses y renovar acueductos, tareas todas que demandan cifras millonarias.
Los científicos cubanos, por su parte, han alertado que ese es un evento climático que no cesará completamente en el país, a pesar de los períodos lluviosos, habida cuenta de la ubicación geográfica del archipiélago.
Esa advertencia ha hecho que las autoridades apliquen o estudien la aplicación de programas permanentes que alivien ese fenómeno climático, porque, como aseguran los especialistas, "lo mejor es adoptar medidas anticipativas".
Entre 2004 y 2005 el país sufrió la más grave sequía de los últimos cien años, cuando la capacidad embalsada disminuyó hasta casi 27 por ciento, lo que obligó a distribuir agua con camiones cisterna a más de un millón y medio de personas.
En esos años, la isla, que tiene 11,2 millones de habitantes, sufrió una sequía que afectó directamente a unos dos millones de personas y a más de 900 asentamientos poblacionales.
Esa severa falta de agua, que se sintió con particular crudeza en la mitad oriental de la isla, dejó pérdidas por unos 1.350 millones de dólares, según fuentes oficiales.