El presidente de Bolivia, Evo Morales, festejó hoy la victoria del centro izquierdista Luis Guillermo Solís, en la segunda vuelta de las elecciones de Costa Rica para jefe de Estado, celebradas la víspera.
Morales, que encabeza un gobierno de izquierda en Bolivia, destacó la vocación democrática del pueblo costarricense, que asistió a las urnas el domingo, aunque según el reporte de las autoridades de ese país hubo un abstencionismo de 43,37 por ciento.
En el más reciente reporte del Tribunal Supremo de Elecciones de Costa Rica, Solís, del Partido Acción Ciudadana (PAC, socialdemócrata), obtuvo 77, 81 por ciento de los votos (1.314.327 sufragios) contra un rival oficialista, Johnny Araya, que desde el 5 de marzo se había retirado de la carrera presidencial, pero por ley aparecía en la boleta.
Aun así, Araya, postulado por el oficialista Partido Liberación Nacional (PLN, derecha) de la presidenta Laura Chinchilla, obtuvo 22,19 por ciento de los votos (374.844).
Para Morales, es importante la legitimidad de Solís, un historiador de 53 años de edad, como virtual presidente electo de Costa Rica, con la más alta votación que haya recibido un político en la historia de ese país centroamericano.
Después de que se valide su triunfo por las autoridades electorales cuando lo proclame "presidente electo", Solís asumirá la jefatura de Estado de Costa Rica el próximo 8 de mayo, en relevo de Laura Chinchilla, por un periodo de cuatro años.
"Saludo la victoria legal y legítima del hermano Luis Guillermo Solís. Histórico. Después de mucho tiempo ahora se trabajará por y para el pueblo de Costa Rica, por los pueblos de nuestra América", afirmó el mandatario a los medios estatales en La Paz.
El mandatario boliviano calificó la victoria electoral de Solís como "inobjetable, legal y legítima", que a su juicio permitirá fortalecer la democracia en Costa Rica.
La primera vuelta de las presidenciales costarricenses se realizó el 2 de febrero, pero ninguno de los candidatos obtuvo el 40 por ciento de votos necesarios para ser declarado vencedor, según la ley local, por lo que Solís (30,64 por ciento) y Araya (29,71 por ciento) pasaron al balotaje.
Sin embargo, el candidato oficialista dejó la contienda tras reconocerse abajo en las encuestas, aunque su nombre siguió en la boleta de votación dado que la Constitución de Costa Rica prohíbe a los candidatos renunciar a participar en segunda vuelta.