El ministro de la Oficina de Relaciones Exteriores británica, Mark Simmonds, criticó hoy la continua violencia en la región sudanesa de Darfur y pidió entablar diálogos de paz para poner fin al conflicto en la región.
"Estoy extremadamente preocupado por la continua violencia en Darfur... Condeno estas tácticas en los términos más enérgicos posibles", dijo Simmonds.
Más de 215.000 personas han sido desplazadas por causa de la creciente violencia en Darfur desde principios de 2014, anunciaron a fines de marzo la Misión de Naciones Unidas/Unión Africana en Darfur (Unamid) y la oficina del coordinador humanitario residente de la ONU en Sudán.
El ministro atribuyó el creciente desplazamiento de los residentes locales a "ataques continuos y deliberados contra civiles indefensos y sus aldeas".
Tras enfatizar que nunca podrá haber una solución militar para el conflicto en Darfur, Simmonds pidió una solución generada por medios políticos.
"Exhorto a todos los involucrados en el conflicto a deponer las armas y a entablar un diálogo pacífico", agregó.
La región sudanesa de Darfur ha estado sufriendo una guerra civil desde 2003 y una creciente violencia debido a los enfrentamientos armados entre el ejército sudanés y los grupos rebeldes, además de la violencia tribal.