La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, convocó este lunes una reunión extraordinaria de ministros para analizar las nuevas denuncias sobre espionaje de los Estados Unidos, que incluía como blanco a la propia mandataria y sus principales asesores.
Participan de la reunión los ministros de Justicia, José Eduardo Cardozo, de Relaciones Exteriores, Luiz Alberto Figueiredo, de la Secretaría General de la Presidencia, Gilberto Carvalho, de Comunicaciones, Paulo Bernardo, de Defensa, Celso Amorim, y de Comunicación Social, Helena Chagas.
Antes del encuentro, el canciller Figueiredo se reunión con el embajador de Estados Unidos, Thomas Shannon, quien fue convocado para dar explicaciones sobre las denuncias.
Rousseff tiene marcada una visita de Estado a Washington a fines de octubre, que podría ser afectada por las revelaciones.
Documentos divulgados en la noche del domingo por la red de televisión Globo indican que Rousseff y el presidente de México, Enrique Peña Nieto, fueron objeto de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, según la sigla en inglés) estadounidense.
El material corresponde a una presentación interna de la NSA denominada "filtrado inteligente de datos: estudio de caso México y Brasil", obtenido por el periodista británico Glenn Greenwald de manos del ex contratista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Edward Snowden, actualmente refugiado en Rusia.
El documento, de junio de 2012, muestra que fueron recogidas informaciones a partir de los números telefónicos, correos electrónicos e IP (identificación de computador) de Roussseff y Peña Nieto, entonces candidato a la presidencia mexicana.
La denuncia se suma a otras divulgadas en julio que revelaron que la NSA practicaban un espionaje masivo sobre comunicaciones electrónicas y telefónicas en Brasil, donde habría montado una base con agentes de inteligencia que se hacían pasar por diplomáticos.
Este domingo, el ministro de Justicia Cardozo afirmó que, si los datos sobre el espionaje directo a la presidenta son verdaderos se trata de una "situación inadmisible, inaceptable, que podrá ser calificada de una clara violación de la soberanía de nuestro país".