El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, reiteró que nunca negociará con pandilleros luego de reunirse con uno de los mediadores que ha gestionado una tregua entre las bandas Mara Salvatrucha (MS-13) y 18.
La reunión entre Funes y el exjefe guerrillero Raúl Mijango tuvo lugar adentro de la casa de gobierno la noche del jueves debido a unas declaraciones de Mijango, quien afirmó que podía detener un repunte de homicidios en cuestión de 72 horas.
El miércoles anterior las autoridades contabilizaron más de 20 asesinatos a nivel nacional en distintos hechos de violencia tanto en zonas urbanas como rurales.
Extraoficialmente, algunos periodistas locales sostienen que los jefes de las denominadas maras ordenaron una "pegada" estratégica para visibilizar su control territorial.
Asimismo, desde hace un mes el pacto entre los pandilleros empezó a debilitarse luego que retornara el ajuste de cuentas entre las bandas rivales y desembocara en el hallazgo de cuerpos mutilados o tiroteos repentinos.
Según Casa Presidencia, Funes expresó claramente que la política del gobierno respecto a la persecución y represión de las actividades delictivas y criminales en el país, incluyendo las que realizan las pandillas, continuarán de manera inalterable.
Sin embargo, Funes "reafirmó su apoyo al proceso de pacificación iniciado en el país con el concurso de distintos sectores de la sociedad salvadoreña, pero reiteró que el gobierno de la República ni antes, ni ahora, ni más adelante otorgará beneficios a quienes han sido condenados por la justicia".
Durante una entrevista con una televisora, Mijango aseguró que una de las principales causas de esta alza de los homicidios "es que fue descabezado el gabinete de Seguridad Pública, que es el que facilitó condiciones para que el proceso se desarrollara normalmente".
La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) declaró inconstitucionales en mayo los nombramientos de los generales David Munguía Payés y Francisco Salinas como ministro de Seguridad y director de la Policía, respectivamente.
Tras el fallo judicial Funes cesó a los dos militares en retiro y reajustó el gabinete con el nombramiento de personal destacado en los organismos de inteligencia del Estado.
El general Munguía, empero, es conocido como el artífice del pacto intra-pandillero porque flexibilizó las condiciones carcelarias de los jefes principales tanto de la 18 como la Salvatrucha.
Munguía también permitió que los mareros expusieran un discurso político libremente a través de los medios de comunicación que acudieron una y otra vez a los recintos penitenciarios.
En las cárceles de El Salvador, están recluidos poco más de 10.000 pandilleros, mientras que en barrios y calles permanecen libres cerca de 60.000, según cálculos policiales.
En este sentido, una investigación realizada por el Ministerio de Justicia y Seguridad a lo largo del último año reveló que hay 470.000 vinculadas de una u otra manera a la economía pandillera que gira en torno a las extorsiones y el control de rutas del narcotráfico.
La "tregua" entre los mareros fue clave para reducir la carnicería que cobró la vida de 14 personas al día. Dos meses posteriores al acuerdo, los asesinatos bajaron a un promedio de entre cinco y seis.
Pero el director del Instituto de Medicina Legal, José Miguel Fortín, confirmó que en lo que va de este mes la cifra subió drásticamente a 16 homicidios.