René González, uno de los cinco cubanos encarcelados en 1998 en Estados Unidos acusados de conspirar para cometer espionaje, presentó el lunes en La Habana la solicitud de renuncia a la ciudadanía estadounidense para poder permanecer de forma definitiva en la isla.
González, de 56 años, inició los trámites en la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana (Sina), acompañado por su abogado norteamericano Phillip Horowittz.
Considerado un héroe en la nación caribeña, González se encuentra en Cuba desde finales de abril último en visita "privada y familiar" de 15 días que fue autorizada por la jueza Joan Lenard debido al fallecimiento del padre del activista cubano el pasado 1 de igual mes.
La renuncia legal a su ciudadanía estadounidense fue una condición impuesta por la magistrada para permitirle permanecer de manera definitiva en Cuba.
Luego de salir de la Sina, González declaró a periodistas reunidos allí que "está feliz" de quedarse en Cuba junto a su familia una vez que tenga solo la ciudadanía cubana.
"Ahora debo firmar un documento que ellos elaboran a partir de la solicitud y luego todo queda en manos del gobierno norteamericano, pues ellos deben emitir un certificado de pérdida de ciudadanía, tras el cual yo sería solo ciudadano cubano", argumentó.
Consideró probable que antes del 16 de mayo, cuando se vence su permiso de estancia en la ínsula, quede resuelta su petición.
"Los Cinco", como se conoce el caso en el mundo, fueron apresados en Miami tras haber penetrado a grupos de extrema derecha radicados en Miami, Florida, que organizan acciones violentas contra Cuba.
En 2001, René González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González fueron condenados a penas de hasta doble cadena perpetua, bajo cargos de poner en peligro la seguridad nacional del país norteño, conspirar para cometer espionaje y documentación falsa, entre otros.
Gerardo, Ramón, Antonio y Fernando cumplen condena en distintas cárceles norteamericanas, en tanto René salió de prisión en octubre de 2011 tras cumplir una pena de 13 años y desde entonces estaba sujeto a tres años bajo libertad supervisada en Miami.
El gobierno cubano reconoce a "Los Cinco" como sus agentes, pero para vigilar los grupos extremistas de Miami y no espiar a Estados Unidos.