La Organización de Naciones Unidas para la Ciencia, Educación y Cultura (UNESCO) inició el jueves la celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, que tendrá a Costa Rica como sede mundial para este año.
El Día Mundial de la Libertad de Prensa fue establecido en 1993 por la ONU en 1993, y se escogió la fecha del 3 de mayo para reflexionar sobre el estado de la libertad de prensa en el mundo.
Las actividades iniciaron este jueves con una serie de conferencias en San José, y continuarán este viernes con la celebración en la que tomarán parte la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, y la directora general de UNESCO, Irina Bokova.
El embajador de Costa Rica ante la ONU, Eduardo Ulibarri, comentó a Xinhua que durante esta celebración se hará entrega del premio Guillermo Cano a la Libertad de Prensa a la periodista etíope Reeyot Alemu.
El premio con que se reconoce a personas destacadas en la lucha por la libertad de prensa en el mundo lleva el nombre de Guillermo Cano, periodista y director del diario El Espectador, que murió asesinado por el cartel de Medellín, Colombia, en 1986.
Alemu no podrá recibir su premio pues se encuentra presa en su país, por lo que una familiar suya será quien se haga presente a recoger el reconocimiento a su labor de denuncia de las injusticias sociales y las causas de la pobreza.
Ulibarri destacó el hecho de que este año Costa Rica haya sido seleccionada como sede de la celebración del Día Mundial de la Prensa por su reconocida trayectoria de respeto a la libertad de expresión, y sobre todo la defensa que ha hecho de la Relatoría de la Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos (OEA).
"A pesar de los problemas que hay acá, es un país abanderado de la libertad de expresión y prensa. Se reconoce el ambiente interno de respeto al derecho de la gente a emitir criterio", aseguró.
Ulibarri comentó que el periodismo es una profesión en la que se corren muchos riesgos, donde el periodista puede ser objeto de presiones psicológicas, sociales, económicas y legales, al punto de que su vida puede verse seriamente amenazada por el crimen organizado y grupos de poder.
El embajador recordó que pese a que América Latina ha avanzado mucho en el establecimiento de regímenes democráticos, sobre todo tras superar el periodo de las dictaduras militares, aún es una zona llena de riesgos para el ejercicio del periodismo.