La ex presidenta de Chile (2006-2010) y principal aspirante a volver al frente del gobierno, Michelle Bachelet, afirmó hoy que es "una mala señal" que los partidos de oposición no hayan logrado un acuerdo para inscribirse en las primarias parlamentarias del próximo 30 de junio.
Esos partidos, los cuales forman la coalición opositora Concertación que gobernó Chile de 1990 a 2010, los últimos cuatro años con Bachelet al frente, son el Socialista, Por la Democracia, Democratacristiano y Radical, cuyos congresistas votaron a favor de la ley de primarias pero no la aplicaron para elegir a candidatos al parlamento.
Sólo Renovación Nacional, uno de los dos partidos de la Alianza por Chile, de la derecha gobernante con Sebastián Piñera, aplicará esa legislación para escoger a sus candidatos a diputados y senadores. La ley no es obligatoria y su fin era dar más participación a la ciudadanía en la selección de sus candidatos al parlamento.
"Quiero decirlo de manera muy clara: me parece que lo que hemos visto es una mala señal para la ciudadanía", dijo Bachelet, lamentando que "ningún pacto político vaya a usar el mecanismo de primarias para definir sus candidatos en las parlamentarias".
Analistas locales indicaron que los partidos decidieron no participar en primarias para no exponer a la derrota a sus diputados y senadores emblemáticos, quienes llevan muchos años en el congreso y van a la reelección, en momentos en que la política pasa por un mal momento por una alta desaprobación de los chilenos.
La ex presidenta Bachelet había pedido expresamente a los partidos opositores poder aunar fuerzas y competir en lista única para las próximas parlamentarias, lo cual se seguirá negociando en las próximas semanas.
Por otro lado, la Concertación sí inscribió a sus candidatos presidenciales a las primarias del próximo 30 de junio, donde saldrá el candidato de la coalición de izquierda de entre Bachelet, el democratacristiano Claudio Orrego, el radical José Antonio Gómez y el independiente Andrés Velasco.
También lo hizo la derechista Alianza por Chile, cuyos aspirantes son los ex ministros de Defensa, Andrés Allamand, de Renovación Nacional, y Pablo Longueira, de la Unión Demócrata Independiente.
"Las primarias son el mejor mecanismo para asegurar que el candidato de la oposición a la Presidencia pueda ser representativo", expresó Bachelet, quien ha prometido constituir "una nueva mayoría" para hacer cambios y responder a las demandas sociales en educación, salud y el sistema electoral binominal.
El binominal favorece la existencia de dos grandes bloques parlamentarios, uno oficialista y otro opositor, y excluye a los grupos o partidos pequeños, limitando la participación de diversos sectores sociales.
Este sistema electoral establece que una lista de candidatos debe doblar en votos a la lista rival para obtener los dos cupos de senadores o diputados en competencia en cada distrito o circunscripción, lo cual resulta muy difícil.
Según Bachelet, "le hacen bien a la ciudadanía este tipo de mecanismos como las primarias", porque "una nueva mayoría no se agota en los partidos políticos y requiere la participación activa de muchas mas personas, actores sociales, incluyendo a los políticos independientes".
Frente a las posibilidades de aplicar reformas importantes a la Constitución del 80, la derecha siempre se opondrá porque el sistema electoral binominal siempre le da una sobre representación en el parlamento. La Constitución establece quórums muy altos, casi inalcanzables, para concretar cambios, como 4/7 y 3/5 en las votaciones.
Por eso, la composición del próximo Congreso bicameral chileno, que debe surgir de las elecciones generales de noviembre, será decisiva para las reformas que se propone Bachelet, entre ellas, reemplazar la Constitución heredada del régimen militar.
Para tener una mayoría absoluta se necesita contar más de 70 de los 120 diputados y más de 30 de los 38 senadores. Por eso, la ex mandataria necesita obtener el apoyo de los comunistas que, por su parte, buscan elevar el número de sus tres diputados, aspirando obtener 7 u 8 diputados y 2 ó 3 senadores.
En las elecciones presidenciales y parlamentarias del 17 denoviembre próximo se renovará la totalidad de los 120 diputados, aunque la mayoría va por otra reelección, y hay que elegir a 20 de los 38 senadores.
Todas las encuestas muestran una clara preferencia por la ex presidenta Bachelet, quien gobernó entre 2006 y 2010 y recientemente renunció al cargo de Jefa del organismo de Naciones Unidas para las Mujeres (ONUMujeres).
Entre sus prioridades está reducir la enorme desigualdad social que padece Chile. Para su eventual nuevo gobierno, Bachelet necesita ampliar su base de apoyo más allá de la coalición de cuatro partidos de la Concertación y está negociando con otras fuerzas.
Bachelet cuenta ahora con una adhesión promedio del 50 por ciento del electorado, según las encuestas, y supera por unos 40 puntos a los dos precandidatos derechistas.
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