La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, adelantó hoy que abordará con su colega de Argentina, Cristina Fernández, las diferencias comerciales que se han suscitado recientemente entre los dos países.
"Tenemos una pauta bastante amplia con Argentina. Tenemos que discutir todas las relaciones: comerciales, las inversiones, toda la interacción entre la economía brasileña y la economía argentina", agregó la mandataria brasileña, quien visitará en Buenos Aires a su colega argentina los días 25 y 26 de abril.
La reunión estaba prevista para efectuarse en marzo, pero fue suspendida debido a la muerte del presidente venezolano Hugo Chávez.
"Discutiremos todos los asuntos", dijo Rousseff en diálogo con la prensa durante la inauguración de una exposición en Brasilia.
Entre los temas a abordar estarían las nuevas reglas establecidas por el gobierno argentino que afectan a varios sectores, como el agrícola y el automotor, además de los perjuicios que su política cambiaria provoca a los exportadores brasileños.
Por otra parte, estará sobre la mesa la situación de Paraguay y el Mercosur, bloque que integran también Uruguay y desde el año pasado, Venezuela.
En junio del año pasado el Mercosur suspendió a Paraguay como socio tras la destitución de Fernando Lugo como presidente, y condicionó su regreso a nuevas elecciones democráticas.
El pasado domingo, Horacio Cartes ganó las presidenciales en Paraguay por el Partido Colorado, con lo que se abre la posibilidad de la normalización de las relaciones de esa nación tanto con el Mercosur como en la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas).
Entre los temas considerados más conflictivos entre los principales socios del Mercosur, Brasil y Argentina, está la paralización de las inversiones previstas de la minera brasileña Vale en la provincia argentina de Mendoza para la extracción de potasio.
La empresa alega que tuvo que suspender el proyecto debido al aumento de los costos, que pasaron de 6.000 millones de dólares en las estimativas hechas en 2009 para 12.000 mdd este año.
Según los analistas, la inviabilidad que Vale argumenta para suspender el proyecto estaría vinculado a la doble tasa de cambio existente en Argentina, donde el dólar paralelo cotiza más de 50 por ciento más caro que el valor oficial.
Con la suspensión del proyecto en Mendoza, el gobierno de Fernández exige que la Vale y otras empresas contratadas continúen pagando los salarios de los trabajadores.
El pasado fin de semana, el canciller brasileño Antonio Patriota afirmó que la situación de la empresa es una cuestión de intereses privados, y reafirmó que Argentina es un socio estratégico.
"Nuestro futuro es indisociable y juntos llegaremos más lejos que separados. No hay el llamado plan B, como dicen algunos empresarios. Pero eso no significa que no tengamos que trabajar en busca de la superación de las dificultades", señaló.
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