El gobierno de Bolivia aceptará la cooperación internacional que se enmarque en una política de Estado definida por su gobierno, basada principalmente en la "no intromisión y respeto mutuo", anunció hoy la ministra de Comunicación, Amanda Dávila.
"La cooperación debe cumplir con las políticas que hay en Bolivia, con los preceptos con las reglas del juego que pone el gobierno para la cooperación, esa es la dinámica y principios", afirmó la portavoz del gobierno boliviano.
Al referirse al anuncio que hizo el presidente de Bolivia, Evo Morales, de realizar una evaluación en sus relaciones con Estados Unidos, Dávila ratificó que esa determinación se encuentra en el marco de la cooperación internacional la que "es bienvenida, en cuanto siempre se alinee con el Plan Nacional de Desarrollo".
El gobierno boliviano anticipó reuniones políticas para definir si se expulsa o no a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que trabaja en Bolivia desde 1964.
Esta instancia fue acusada en varias ocasiones de apoyar económicamente a la derecha en Bolivia en movilizaciones como las del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), entre otros conflictos internos del país.
"Tendremos que analizar seriamente la presencia de USAID y la presencia de la misma Embajada (de Estados Unidos)", afirmó la portavoz.
Las administraciones de La Paz y Washington mantienen una relación compleja desde 2008, cuando fue expulsado el embajador Philip Goldberg por supuestos hechos de injerencia en asuntos internos.
Ambos países firmaron un nuevo Acuerdo Marco, sin embargo hasta el momento no confluyó en la reposición de embajadores. La legación diplomática en La Paz está a cargo de un Encargado de Negocios.
La USAID fue expulsada en 2008 de la región del Chapare, del departamento de Cochabamba al centro de Bolivia, zona productora de coca y bastión de Morales.