El recién juramentado presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó hoy que su gobierno se fundamentará en propiciar revoluciones dentro de la revolución socialista impulsada por el mandatario fallecido Hugo Chávez.
"Hagamos de estos seis años un milagro en la política, en la economía (...) Hacer todo lo que haya que hacer para reactivar todo lo que haya que hacer", señaló Maduro en cadena nacional de radio y televisión.
En un discurso de casi dos horas, Maduro afirmó que su política se fundamentará en movilizar esta revolución en los ámbitos económico, social, productivo, popular, administrativo y de seguridad.
Nicolás Maduro es el heredero político anunciado por Chávez en vida, y tras una corta contienda electoral de 10 días, resultó vencedor con el 51 por ciento de los votos en los comicios celebrados el 14 de abril.
Maduro fundamentó "las revoluciones dentro de la revolución" en el llamado de atención realizado por el propio presidente Chávez a su equipo ministerial octubre, al insistirles en una mayor eficiencia y en la construcción del Estado comunal en el socialismo.
"Todos los ministros a recorrer del país y a cortar las cabezas de los indolentes, de los que se burlan del pueblo, para que funcione la revolución en los estados, municipios, alcaldías y comunidades", dijo.
Maduro instó a revisar el estado de funcionamiento de las misiones creadas por el presidente Chávez hasta la fecha, con el propósito de finalizar su mandato en 2019 con pobreza cero en la nación monoproductora.
El gobernante otorgó especial atención a la inseguridad, que es reconocida como el principal problema del país por el 80 por ciento de los venezolanos en las encuestas.
"Los métodos nos han ayudado, pero hace falta dar un salto. Hay que trabajar con una mano con el gran movimiento de paz y de vida, desde los barrios y comunidades, y con la otra mano, fortalecer la autoridad y la justicia", aseveró.
El nuevo presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, expresó también su intención de conversar con el propio "diablo" para vencer la intolerancia política reinante en la nación sudamericana tras la elecciones.
"Estoy de acuerdo en conversar hasta con el diablo, con el nuevo (Pedro) Carmona, para que él cese es su odio contra mí y contra el pueblo venezolano y latinoamericano", afirmó Maduro durante su primer discurso oficial como jefe de Estado.
Maduro compara a su rival presidencial, el gobernador de derecha Henrique Capriles, con el líder empresarial Pedro Carmona Estanga, quien se proclamó responsable del golpe de Estado perpetrado contra el presidente Hugo Chávez en abril de 2002.
El gobierno venezolano ha señalado a Capriles como el responsable de un supuesto golpe de Estado planificado por la oposición esta semana, al instar a sus seguidores a drenar su frustración electoral a través de un "cacerolazo".
Ocho muertos y más de 60 heridos fue el saldo de los hechos violentos registrados en la nación sudamericana desde el día posterior a los comicios que resultaron con una brecha de 1,8 puntos entre Maduro y Capriles.
Maduro fue juramentado por el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, ante la presencia de jefes de Estado y de gobierno de 61 países.