Cerca de 300 indios ocuparon el martes durante diez horas unas oficinas de la Cámara de Diputados de Brasil para protestar contra un proyecto que plantea alterar las leyes que rigen la demarcación de las reservas y lograron que el supuesto acuerdo se aplaze seis meses, informaron fuentes oficiales.
El grupo de indígenas entró durante la mañana de este martes en la oficina de la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara Baja y permanecieron allí con el objetivo de mostrar su rechazo contra un proyecto que plantea alterar las leyes que rigen la demarcación de las reservas, que pasaría a ser potestad del Parlamento y no del gobierno, como es actualmente.
Tras haberse reunido en dos ocasiones con el presidente de la Cámara Baja, Henrique Alves, los indios, la mayoría de ellos con los rostros pintados y adornados con plumas, lograron postergar seis meses el debate de las nuevas normas para las reservas indígenas.
El proyecto, que se tramita desde 2000, empezó a ser discutido el año pasado y fue aprobado en varias comisiones.
Su punto más polémico propone que la competencia sobre todo lo relacionado a la creación y demarcación de nuevas tierras indígenas, que corresponde en la actualidad al Poder Ejecutivo, pase a la órbita del Parlamento, lo que los indios creen que quitará poder a la Fundación Nacional del Indio (Funai), organismo del gobierno que es responsable de la atención y cuidado de los pueblos indígenas.
Según explicó Alves al salir de la segunda reunión, que finalizó entrada la noche, "se logró llegar a un entendimiento satisfactorio y los indios han decidido salir (del Congreso) en forma ordenada, para restablecer un clima de respeto".
Ahora, según divulgó la Mesa Directiva del Congreso, el debate del citado proyecto de ley quedará en suspenso durante seis meses, período en el cual serán promovidas audiencias en las que los indios podrán exponer sus quejas y dudas ante los parlamentarios.
Durante su estancia en el Congreso, los centenares de indios llegaron a interrumpir una sesión del plenario, que fue retomada tras casi tres horas de suspensión.