El gobierno de Brasil convocó hoy a una reunión urgente para analizar la situación de centenas de inmigrantes haitianos en la frontera con Bolivia y Perú.
En esa reunión participan funcionarios de los ministerios de Justicia, Relaciones Exteriores, Trabajo, Desarrollo Social y la Casa Civil de la Presidencia, además de la Policía Federal.
El gobernador del estado amazónico de Acre, Tiao Viana, decretó el estado de emergencia social ante el crecimiento de la inmigración ilegal y alertó sobre la grave situación humanitaria de los refugiados.
El secretario general del ministerio de Relaciones Exteriores, Eduardo Santos, conversó con el senador acreano Jorge Viana, hermano del gobernador, quien la víspera pidió la intervención de las autoridades federales para resolver la tensión en el estado.
De acuerdo al senador, hay cerca de 1.300 refugiados haitianos en Acre, concentrados en la ciudad de Brasileia, a 230 kilómetros de la capital Río Branco.
Una ola migratoria que lleva a miles de haitianos a intentan llegar a Brasil en busca de oportunidades económicas surgió después del terremoto que asoló Haití en febrero de 2010.
El año pasado, las autoridades brasileñas establecieron nuevas reglas para el ingreso de haitianos, restringiendo el número de visas para 100 mensuales, con el fin de desestimular la migración.
Los inmigrantes llegarían estimulados por "coyotes" que actúan en el tráfico de personas, no sólo desde Haití, sino también de países como Senegal, República Dominicana y Bangladesh.