La Catedral de Colonia, una de los sitios más famosos de Alemania y Patrimonio Cultural Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), comenzó a estremecerse con la entrada en operación de una nueva línea del metro, informaron funcionarios de la iglesia.
"Se pueden sentir, medir y escuchar los efectos", dijo el miércoles en una declaración el déan de la catedral, Norbert Feldhoff, quien agregó que "no se puede descartar que tales efectos causen daño al edificio en el largo plazo".
Los visitantes han informado que sienten vibraciones en el piso y en las escaleras exteriores con la llegada de la línea cinco del metro de la ciudad a la estación Dom/Hauptbahnhof. Sensores para la medición de sismos colocados en el edificio confirmaron las vibraciones.
Funcionarios de la catedral y representantes de transporte acordaron el miércoles en una reunión de emergencia disminuir la velocidad del metro de los 30 kilómetros por hora planeados a 20 kilómetros cuando pase por la sección cercana del túnel. También se estableció un grupo de trabajo para hallar otras medidas para detener las sacudidas y el ruido, dijo Feldhoff.
La catedral, construida a lo largo de seis siglos, de 1248 a 1880, sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial aunque sufrió daños por los bombardeos de los aliados. La catedral fue catalogada como Patrimonio Cultural Mundial de la Unesco en 1995.
Un vocero de la Unesco dijo a la revista local de noticias Der Spiegel que la organización no había sido informada sobre problemas con la catedral y agregó que el Comité de Patrimonio Mundial investigará el tema.