El gobierno brasileño anunció este martes que enviará tropas de la Fuerza Nacional de Seguridad a cinco de las seis ciudades sedes de la Copa Confederaciones de fútbol para reforzar la vigilancia del orden público, tras la ola de protestas y manifestaciones que vive el país desde la semana pasada.
El Ministerio de Justicia informó en una nota que los refuerzos policiales serán para los estados de Río de Janeiro, Minas Gerais, Bahía, Ceará y el distrito federal de Brasilia, después de la petición de los gobiernos regionales de más agentes en sus respectivas capitales (Río de Janeiro, Belo Horizonte, Salvador, Fortaleza y Brasilia), donde se disputan los partidos.
Solo el gobierno regional de Permabuco (cuya capital es Recife) no pidió refuerzos de la Fuerza Nacional de Seguridad, un grupo de policías de elite de todo el país entrenado para realizar operaciones especiales en ciudades con brotes de violencia o en regiones conflictivas, o para reforzar la seguridad en estados que lo soliciten.
En los últimos días, las protestas y su intensidad se han expandido por todo el país, algo que preocupa al gobierno.
Las protestas se iniciaron la semana pasada en Sao Paulo, exclusivamente contra la subida de las tarifas del transporte público, pero terminaron extendiéndose a otras ciudades y revelando un descontento social oculto en todo Brasil, donde se exige más inversiones en la salud y la educación pública y se critica la corrupción, el mal uso del dinero público y los elevados gastos del gobierno para organizar eventos como el Mundial de fútbol de 2014.