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Celebra Brasil diez años del programa social Bolsa Familia

Actualizado a las 31/10/2013 - 09:41
BRASILIA, 30 oct (Xinhua) -- El gobierno de Brasil celebró este miércoles los 10 años de la creación del programa de transferencia de renta Bolsa Familia, considerado el mayor de su tipo en el mundo, atendiendo a 13,8 millones de hogares, y que permitió sacar de la pobreza extrema a 36 millones de brasileños en una década.
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Por Edgardo Luguercio

BRASILIA, 30 oct (Xinhua) -- El gobierno de Brasil celebró este miércoles los 10 años de la creación del programa de transferencia de renta Bolsa Familia, considerado el mayor de su tipo en el mundo, atendiendo a 13,8 millones de hogares, y que permitió sacar de la pobreza extrema a 36 millones de brasileños en una década.

El acto realizado en el Palacio de Planalto, encabezado por la presidenta Dilma Rousseff, contó con la presencia del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, creador del programa, autoridades de los tres poderes públicos y beneficiarios del programa llegados desde todo el país.

En su discurso, Rousseff resaltó que el Bolsa Familia "va a existir mientras haya una sola familia pobre en el país", y destacó que la tecnología social creada para transferir renta para los más pobres fue capaz de barrer "las políticas clientelistas centenarias de nuestro país".

Recordó que la distribución de los beneficios se realiza a partir de la elaboración de un Catastro Unico, que es referencia actualmente para 18 programas sociales del gobierno federal.

"Cuando creamos el Catastro Unico adherimos a una práctica republicana y pusimos el Estado al lado del ciudadano común. Conseguimos colocar todo el aparato del Estado en la atención a las familias del Bolsa Familia sin crear relaciones de dominación del Estado sobre los ciudadanos. Ese es un hecho fundamental", afirmó.

Según Rousseff, las críticas al programa responden a un "viejo prejuicio asistencialista", cuando el dinero utilizado no es una limosna, sino una transferencia de renta de quien paga impuestos para una parte de la población con la que Brasil tiene una deuda social.

"El Bolsa Familia no es caridad, sino una tecnología social de distribución de renta y combate a la desigualdad. Renta es poder de compra, y quien recibe el Bolsa Familia tiene autonomía para decidir lo que compra", subrayó.

Por su parte, el ex presidente Lula da Silva afirmó que si volviese atrás en el tiempo y tuviese que comenzar su gobierno de nuevo, lo haría otra vez por el combate al hambre y la desigualdad.

"El Bolsa Familia integró a Brasil a personas que estaban marginadas del proceso económico y apartadas del proceso social", subrayó.

El ex mandatario rechazó las críticas de los opositores al programa, afirmando que "es más difícil vencer el prejuicio que vencer al hambre".

"Sólo quien no vio un niño desnutrido puede descalificar al programa. No existe indicador que pueda sustituir a la palabra dignidad y es eso de que se trata cuando los padres pueden ofrecer tres comidas por día a sus hijos", señaló. Iniciado en 2003, primer año del gobierno Lula da Silva, el Bolsa Familia fue lanzado como el núcleo de la estrategia Hambre Cero, con el objetivo es asegurar el derecho a una alimentación adecuada a las familias de menores recursos.

El programa provee apoyo económico a las familias que cumplen con algunos requisitos de desarrollo humano, como asistencia a la escuela, suministro de vacunas, vigilancia nutricional y análisis pre y post natales.

Entre 2001 y 2011, las transferencias sociales respondieron en Brasil por entre 15 y 20 por ciento en la reducción de la desigualdad de renta familiar per cápita.

Además, el Bolsa Familia es la transferencia social que tiene mayor impacto sobre el ingreso de los hogares e incluso sobre el Producto Interno Bruto (PIB): cada real recibido por las familias estimula un aumento de 1,78 real en el PIB.

Entre 2002 y 2013, el número de familias inscriptas pasó de 5,5 para 26 millones, lo que representa un cuarto de la población brasileña.

Para recibir el beneficio, las familias deben estar inscriptas en el Catastro Unico, que incluye a todas las que tienen una renta mensual total menor a tres salarios mínimos, es decir, a unos 900 dólares.

Más de la mitad de las familias incluidas en el Catastro recibe el Bolsa Familia, con un beneficio medio de 152,3 reales (69 dólares) mensuales.

Según el gobierno, 36 millones de brasileños estarían en situación de pobreza extrema si el programa Bolsa Familia y sus complementarios, Brasil Sin Miseria y Brasil Cariñoso, no hubiesen sido ejecutados.

Además, permitió mejoras significativas en el desempeño escolar de los alumnos de enseñanza básica y secundaria, y una reducción de 19,4 por ciento en la mortalidad infantil hasta cinco años.

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