En medio de una huelga masiva de la industria del oro, un importante sindicato sudafricano criticó a los dueños de las minas por explotar de manera despiadada los mineros migrantes.
"Durante más de un siglo, los dueños de las minas han acumulado vastas fortunas por la explotación despiadada de mineros, principalmente migrantes, quienes reciben salarios de hambre y son obligados a vivir en horribles residencias sólo para varones y a trabajar con el temor constante de morir en un accidente o de una agonía prolongada por causa de las numerosas enfermedades contraídas debido a las espantosas condiciones de las minas", dijo hoy el Congreso de Sindicatos Sudafricanos (CSS).
Aunque ha habido algunas mejoras desde el arribo de la democracia en 1994, la industria se mantiene en gran medida igual, dijo la federación de sindicatos que representa a más de dos millones de trabajadores.
El CSS reveló que 2.301 trabajadores murieron entre 2001 y 2011 y alrededor de 43.000 resultaron seriamente lesionados. Además, miles murieron de tuberculosis y de silicosis, enfermedad provocada por la inhalación de polvo de sílice en las profundidades debido a las deficientes condiciones de vida y laborales, agregó el CSS.
La industria minera también está marcada por los restos del apartheid y del racismo y se encuentra institucionalmente arraigada en la continua segregación laboral, indicó la CSS en su declaración.
La declaración señaló que el 83,7 por ciento de la fuerza laboral total en esta industria es de raza negra, el 84 por ciento de los altos puestos administrativos son ocupados por blancos, el 72 por ciento de los mandos medios son blancos y el 68 por ciento los trabajadores profesionales y artesanos son blancos.
La declaración se produce después de que más de 80.000 mineros dejaron de lado sus herramientas el martes por la tarde para exigir salarios más altos y de mejores condiciones laborales.
El CSS apoya totalmente a los trabajadores y dijo que están "absolutamente justificados" en su lucha por un incremento de 2.300 rands (cerca de 230 dólares) para los mineros que trabajan en la superficie y a cielo abierto así como de 3.000 rands para los mineros subterráneos.
Dadas las condiciones difíciles, peligrosas e insalubres en las que trabajan, la exigencia es en extremo modesta, dijo el CSS.
Ciertamente, los empresarios de las minas no pueden declararse pobres, dijo el vocero nacional del CSS, Patrick Craven. "Continuamente, los altos empresarios se dan así mismos enormes recompensas".
De acuerdo con el CSS, los directores ejecutivos mejor pagados de Sudáfrica en 2009 pertenecían a las compañías mineras, con salarios anuales de entre 17,5 millones y 45 millones de rands.
Sin embargo, estos mismos directores se unen al coro de indignación cuando los trabajadores exigen a la Cámara de Minas pagar a los trabajadores en la superficie un mínimo de 7.000 rands mensuales y a los trabajadores subterráneos y a cielo abierto un mínimo de 8.000 rands, dijo Craven.
"En caso de ser concedidas, estas exigencias 'excesivas', todavía permiten a los directores de los yacimientos de oro llevarse a su casa 469 veces más de lo que el SNM (Sindicato Nacional de Mineros) está reclamando para los trabajadores calificados que laboran en condiciones peligrosas, insalubres, calurosas y húmedas a kilómetros por debajo de la superficie", dijo Craven.
El vocero también pidió a los empresarios negociar con los trabajadores y presentarles una mejor oferta, para que la huelga pueda terminar con un arreglo aceptable para los trabajadores.