La reducción de la mortalidad materna en Nicaragua, a un 42 por ciento en los últimos siete años, es resultado de la creación y fortalecimiento de las Casas Maternas en las zonas rurales del país, consideró la directora de Extensión y Calidad de la Atención del Ministerio de Salud, Wendy Idiáquez.
La funcionaria de salud aseveró que éste es uno de los logros más importantes del gobierno del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.
Idiáquez señaló, en un reporte difundido por el periódico digital "El 19", que las Casas Maternas son una estrategia de desarrollo para el gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional, porque buscan acercar a las mujeres rurales a las unidades de salud para tener un parto asistido.
Agregó que el Ministerio de Salud tiene la política del parto humanizado y con adecuación cultural. "Es un parto asistido por personal de salud, parteras y donde se da el acompañamiento por el esposo, la mamá, la familia", aseguró Idiáquez.
Recordó que la estrategia de las Casas Maternas data de los años 80, con la Revolución Popular Sandinista, y ahora con el presidente Ortega le da un énfasis especial, logrando disminuir considerablemente la mortalidad materna general y las hemorragias post-parto.
Agregó que en el 2011 el gobierno sandinista recibió el Premio Cifal Atlanta (Centro Internacional de Formación de Autoridades y Líderes), al reducir la mortalidad materna.
En el 2011, el gobierno sandinista también recibió el premio "Las Américas" de parte del Sistema de Naciones Unidas, en reconocimiento a la creación de las Casas Maternas.
De acuerdo con un informe del gobierno nicaragüense, la tasa de mortalidad materna en el 2005 era de 86,4 por cada 100 mil niños nacidos vivos, mientras que en el 2011 se redujo a 63,2, y un reporte de gestión de salud de 2012 señala que ésta bajó a 50,6 por cada 100 mil nacidos vivos.
El Ministerio de Salud de Nicaragua detalla que las principales causas de muerte materna son por hemorragias relacionadas con el embarazo, el parto o el puerperio, las enfermedades sistémicas o crónicas, la preclampsia, y el síndrome de Hellp.