El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dijo hoy que está "trabajando con urgencia" con las organizaciones asociadas para ayudar a las familias afectadas, particularmente en el norte de Mali, debido a que este país del occidente de Africa todavía sigue afectado por el actual conflicto y por la inminente "temporada de escasez".
La "temporada de escasez", un periodo de sequía de tres meses que se extiende de abril a junio, amenaza con agravar el hambre en esta nación del Sahel, dijo el PMA.
"Pude viajar a Timbuktu la semana pasada y observé que tan crítica es en realidad la situación humanitaria", dijo en un comunicado de prensa Sally Haydock, directora del PMA para el país.
De acuerdo con la agencia de la ONU, uno de cada cinco hogares de las regiones norteñas de Timbuktu, Gao y Kidal han enfrentado una extrema escasez de alimentos, junto con un significativo deterioro en el consumo de alimentos en los hogares en la última semana.
"Las áreas alrededor de Timbuktu no cuentan con seguridad y son de difícil acceso, los mercados no funcionan apropiadamente, los precios de los alimentos son altos, los precios de los combustibles son altos y hay una falta de liquidez, lo cual significa que la gente no puede cubrir sus necesidades básicas", dijo Haydock.
El norte de Mali fue ocupado por islamistas radicales después de que se desataran los enfrentamientos en enero de 2012 entre las fuerzas del gobierno y los rebeldes tuareg, lo que provocó el desplazamiento de miles de personas.
Sin embargo, con la cercanía de la llamada "temporada de escasez", el PMA planea proporcionar ayuda alimentaria a 145.000 personas en Timbuktu, a 86.700 en Gao y a 34.500 en Kidal.
Además, la agencia planea otorgar mensualmente apoyo a cerca de medio millón de personas en Mali, pese a un déficit presupuestal total de 159 millones de dólares.
Después de su visita a Mali a comienzos de marzo, la directora ejecutiva del PMA, Ertharin Cousin, igualmente subrayó la determinación de la ONU para alimentar a las zonas del norte del país con cargamentos de alimentos transportados por tren y barco.
"La gente sigue sufriendo: la crisis todavía no acaba", dijo Cousin. "No hay seguridad en muchas de las comunidades en el norte y las personas no pueden regresar a casa. Seguiremos proporcionando apoyo para que los niños puedan continuar recibiendo ayuda alimentaria".
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