(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – La falta de profesores de español en las universidades chinas obliga a rechazar el 70 por ciento de las solicitudes para estudiar esa lengua, afirmó a EFE Víctor García de la Concha, director del Instituto Cervantes.
No obstante, el interés por aprender el castellano continúa en aumento en el país asiático y en la actualidad unos 25.000 universitarios cursan la licenciatura en las 50 universidades del país que han incorporado la carrera a su programa de estudios.
En un futuro cercano, aseguró García de la Concha, la lengua de Cervantes desplazará al ruso y el japonés, tradicionalmente más populares, y se convertirá en el segundo idioma extranjero más estudiado en el país, solo por detrás del inglés.
El incremento de los negocios de las empresas chinas en los países hispanohablantes, a los que va a parar el 30 por ciento de la inversión exterior de China, y el deseo por conocer más sobre la cultura y la vida de esas naciones son, según el funcionario, algunas de las razones que explican el avance del español.
En China existen cerca de 35 academias privadas, básicamente en Beijing, que imparten clases de español y aunque no pocas universidades repartidas por todo el país contemplan este idioma en su programa de estudios, el déficit de profesores obligó a rechazar 7 de cada 10 solicitudes en 2012, precisó EFE.
Y para quienes tienen como lengua materna el español, China es otra oportunidad para conseguir trabajo impartiendo clases, como el caso de Isabela de la Fuente, quien no encontraba un empleo en España.
“Es que en Pekín tienes muchas oportunidades de trabajo, tanto en universidades como en escuelas privadas, en academias o en el Instituto Cervantes, e incluso hay clases particulares”, manifestó.
Pero lo difícil es conseguir un visado de trabajo sin tener un contrato laboral. “A través de universidades se están cerrando muchos acuerdos interuniversitarios y esa si puede ser una buena vía para que esos profesionales que deseen desplazarse a China y saben español se integren a este mercado”, señaló Inmaculada González, directora del Instituto Cervantes en Pekín.