Las ganas de comer se podrían controlar en el futuro |
fuente:agencias
EEUU., 29/07/2014(El Pueblo en Línea)-Científicos estadounidenses descubrieron un "interruptor central" de células cerebrales por medio del cual se puede poner freno al deseo de comer.
El descubrimiento arroja luz sobre los complejos circuitos nerviosos que intervienen en el control del apetito, y los investigadores creen que podría algún día contribuir a terapias contra la obesidad y la anorexia.
Así lo demostraron, a partir de un estudio realizado con ratones y publicado en la revista especializada Nature Neurosciences.
Los científicos del Instituto de Tecnología de California (Caltech) explicaron que, en este caso, las células nerviosas actúan como un centro de control que combina y transmite mensajes que ayudan a reducir la ingesta de alimentos.
Estimulando las neuronas de ratones por medio de un rayo láser, los investigadores consiguieron que los roedores dejaran de consumir alimentos inmediatamente.
Además, observaron que las células nerviosas actuaban rápidamente cuando los ratones habían ingerido una comida completa, lo que indica que también podrían desempeñar un papel importante en la prevención de la alimentación excesiva.
Después de activar las neuronas de los ratones, los investigadores usaron sustancias químicas para provocar en estos varias sensaciones, incluyendo saciedad, malestar, náuseas y sabor amargo en el paladar.
Ante ello descubrieron que las neuronas seguían activas en todas las situaciones, lo que sugiere que podrían responder de manera integral ante varios y diversos estímulos.
La población de neuronas en las que se basó la investigación se encuentran en lo que se conoce como amígdala cerebral, un centro de forma almendrada, situado en las profundidades de los lóbulos temporales.
El papel principal de este núcleo es el procesamiento y almacenamiento de reacciones emocionales. Así, se lo asocia también con el estrés y el miedo.
Si se demuestra que el centro de control de apetito existe también en los seres humanos, esto podría abrir puertas a eficientes terapias para tratar la obesidad.