TOKIO, 26 may (Xinhua) -- El regulador nuclear de Japón aprobó hoy en forma preliminar un plan para construir un muro de hielo subterráneo en la colapsada planta nuclear de Fukushima Daiichi a fin de contener la rápida acumulación de agua contaninada en el sitio.
La Autoridad Regulatoria Nuclear (NRA) autorizó los planes de Tokio Electric Power Co.'s. (TEPCO) para iniciar la construcción del muro en junio, que involucrará tuberías de acero conductoras de 30 metros en el suelo en torno a un perímetro de 1,5 kilómetros rodeando el número uno de cuatro reactores dañados por el terremoto de 2011, seguido de un tsunami.
Funcionarios de TEPCO dijeron que clorhídrico de calcio líquido a menos 40 grados Celsius será inyectado en las tuberías para enfriar el suelo circundante, lo que, en teoría, impediría que el agua subterránea se mezcle con el agua congelante que se está contaminando cuando entra en contacto con el combusitble nuclear mezclado.
Inicialmente ha habido preocupaciones de que la construcción de un muro de hielo podría causar hundimientos en el terreno en torno a los inmuebles de reactor, lo que comprometería la eficacia de los procesos de contención, pero el comisionado de la NRA, Toyoshi Fuketa, dijo este lunes que esas inquietudes habían sido aliviadas por TEPCO.
"Creo que hemos podido confirmar hoy la escala de terreno hundido, que es lo que más nos ha preocupado como efecto colateral de la construcción del muro", dijo Fuketa citado hoy.
Fuketa añadió sin embargo que el proyecto aún no estaba ya aprobado y que las preocupaciones subsisten sobre la adopción de lecturas precisas de radiación dentro del edificio del rector una vez que el muro de hielo sea erigido.
El gobierno ha presupuestado unos 32.000 millones de yenes para construir el muro de hielo, incluyendo 14.000 millones de fondos de reserva bajo el presupuesto fiscal 2013, con el proyecto planeado para asumir operaciones totales al final de marzo de 2015.
El plan de un muro de hielo, una técnica que se ha empleado antes en proyectos de ingeniería, aunque no a la escala de Fukushima o de la duración prevista, ha sido recibido con cierto escepticismo por expertos en la materia que creen que encavernar los reactores en concreto, como fue el caso del desastre de Chernobyl en 1986, podría ser una forma más efectiva de enfrentar la crisis en curso.
Harutoshi Funabashi, un profesor de la Universidad Hosei y experto en el tema que encabezó una inspección académica de los esfuerzos de recuperación posteriores al desastre de Fukushima, dijo que el plan japonés es "sólo una táctica para evitar la responsabilidad y encarar a un público furioso".
Funabashi y otros críticos del muro de hielo han llamado al gobierno a aprender del incidente de Chernobyl y considerar opciones.
"El admitir que nadie puede vivir cerca de una planta por una generación abriría todo tipo de preguntas y dudas", dijo antes Funabashi, tras añadir que el gobierno se opone a la idea debido a que imágenes de una amplia área de la Prefectura de Fukushima designadas como una zona no apta para la visita, podría llevar a la población japonesa a un mayor rechazo a la tecnología nuclear.
Pero Shunsuke Kondo, presidente de la Comisión de Energía Atomática del gobierno, ha dicho que si los reactores fueran sólo enterrados entonces "nadie querría ver la cara de otras planta nuclear por años".
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, propulsor de reactivar los reactores nucleares afectados de Japón, ha dicho que el proyecto del muro de hielo es una forma de encontrar "una solución fundamental" al problema de contener el agua raduactiva, antes que reaccionar a cada nuevo problema cuando éste surja, como ha sido numerosas ocasiones desde los múltiples fusiones que iniciaron en marzo de 2011.
La inhabilitaciíon total de la planta se prevé consuma unos 40 años, con el retiro de todo el combustible nuclear del reactor número 4 siendo completada al final de este año, ha dicho TEPCO.