MADRID, 20 may (Xinhua) -- El Campeonato de Europa de 2008 demostró que era posible que España pasara de cuartos de final en una gran competición de fútbol, algo que no había hecho desde hacía mucho tiempo.
Dos años más tarde, en el 2010, la Copa del Mundo supuso la confirmación de la existencia de una generación de jugadores que cautivó al mundo con su estilo de juego.
Cuando el balón cayó a los pies de Iniesta cuatro minutos antes del final de la prórroga, un país entero sostuvo la respiración, para estallar en una celebración sin precedentes gracias al único gol del partido marcado por el talentoso centrocampista del Barcelona.
La victoria no sólo supuso la gloria, sino también la reivindicación del estilo y fútbol español frente al equipo holandés que salió dispuesto a hundir a España desde el principio del partido.
A pesar de ello, en el lado español, liderado por Iniesta, Xavi Hernández, Sergio Busquets, Carles Puyol y Gerard Piqué, se continuó jugando al fútbol, o más bien su fútbol.
Lo llaman "Tiki-taca", un estilo de fútbol "made in Barcelona". Seis de los 11 jugadores que estaban en la final venían del Barca de Pep Guardiola, posiblemente el mejor equipo que el club tuvo en toda la historia. Un séptimo, David Villa acababa de fichar por el Barcelona, pero todavía no había hecho su debut.
El Barcelona de Guardiola se encontraba en la cima del juego y rescribiendo las reglas de cómo se debía jugar y Del Bosque, un hombre pragmático, fue suficientemente sabio para decidir que lo que no está roto, no necesita ser arreglado.
El añadió otros elementos, como el trío del Real Madrid formado por Iker Casillas, Sergio Ramos y Xabi Alonso, y así España estaba preparada. Acampados en la tranquila ciudad universitaria de Pochefstroom, Del Bosque y sus hombres se pusieron a trabajar.
Las viejas dudas aparecieron, pero afortunadamente Honduras ofrecería poco por lo que preocuparse y todo estaba listo para enfrentarse con el Chile de Marcelo Bielsa, un equipo con talento y habilidades físicas, liderado por un excéntrico y perfeccionista entrenador.
Los goles de Villa e Iniesta abrieron el camino en el minuto 37. Chile, jugaba con 10 jugadores después de que Marco Estada fuera expulsado en el minuto 37 por una segunda tarjeta amarilla y España fue capaz de ganar ventaja.
A pesar de que Chile recortó distancias en el segundo tiempo, Xavi, Busquets y compañía controlaron el balón hasta que Chile se quedó sin gasolina.
Portugal y Cristiano Ronaldo esperaron en la siguiente ronda, pero España disfrutó un 62 por ciento de posesión y la conexión Xavi-Villa consiguió el único gol del partido.
Un problema que surgió en el partido, sin embargo, fue la baja forma de Fernando Torres, quien se había enfrentado a una lesión en el periodo previo a la Copa del Mundo. La introducción de Fernando Llorente dio a España opciones, pero la forma de Torres sería un problema hasta el final de la competición.
España se enfrentó a Paraguay en los cuartos de final: en teoría un equipo más débil que el italiano, al que España había derrotado en el Campeonato de Europa dos años antes, pero duro y bien organizado.
Es un partido que será recordado por tres penaltis, de los cuales ninguno entró en la portería.
Parecía que habría que ir a la prórroga, pero Villa marcó un gol en el minuto 81 lo que llevó a España a semifinales contra Alemania.
El gol de Puyol dio la victoria a España sobre los alemanes en un partido en el que los españoles dominaron a un duro, energético, pero carente de experiencia equipo alemán.
Después, el 11 de julio pasó a la historia cuando Iniesta se aseguró de que se hiciera justicia.
España lo hizo, y lo hizo a su manera, a la manera del Barcelona y ahora surge la cuestión: ¿Pueden hacerlo otra vez en Brasil?
El estilo es el mismo, muchas de las caras son las mismas, que vieron evolución más que revolución. Pero, la victoria se consiguió hace cuatro años, cuando el Barcelona estaba en la cima de su juego. Ahora Xavi es cuatro años más viejo, Busquets ha estado lesionado y Puyol se acaba de retirar.
España es aún un equipo formidable y nadie quiere enfrentarse a ellos. Pero tendrán que empezar fuerte, porque les espera un primer grupo duro, con una revancha de la final de 2010 contra Holanda, antes de enfrentarse a Chile y Australia.