BEIJING, 18 feb (Xinhua ) -- A pesar de la suspensión de Canadá de su programa para inversores inmigrantes (PII), el país se mantiene como uno los lugares para reubicarse más deseados de las grandes fortunas chinas, según una encuesta realizada por la plataforma de microblogging Sina Weibo.
El sondeo muestra que el 70 por ciento de los 64.191 participantes elegirían invertir y emigrar a Canadá si pudieran.
El PII permitió a los extranjeros con activos de al menos 1,6 millones de dólares canadienses (alrededor de 1,45 millones de dólares) obtener la residencia e incluso la ciudadanía, proporcionando un préstamo sin intereses de 800.000 dólares canadienses en cinco años. Más de 130.000 personas han emigrado a Canadá a través de este régimen desde 1986.
La medida canadiense ha irritado a los medios de comunicación chinos y al público por igual. Muchos ven la iniciativa como un intento directo para detener a los nuevos ricos chinos que plaguen la vasta y vacía nación polar.
En cambio, muchas personas son optimistas al respecto. El usuario de Weibo "fuyinqingting" publicó: "No hay que preocuparse, Canadá está elaborando un esquema alternativo para atraer la inversión real".
South China Morning Post, un diario con sede en Hong Kong, informó anteriormente de que el gran número de inmigrantes chinos obligó a Canadá a poner fin a esta medida.
Según Canadá, más de 53.500 solicitudes se han presentado a la Oficina de Inmigración Canadiense en Hong Kong y están en lista de espera, un 99 por ciento de ellas procedente de la parte continental .
En la edición dominical del Diario de la Juventud de Beijing, Sonia Lesage, portavoz de la autoridad de inmigración canadiense, culpó a la pobre contribución de los inmigrantes a la economía canadiense en lugar del número de solicitantes que pedían el cambio.
"Menos los préstamos sin intereses de 800.000 dólares, los inmigrantes del programa de inversores contribuyeron poco a la economía", manifestó Lesage. Ellos no ingresaron dinero y pagaron pocos impuestos, aseguró al periódico. Durante más de 20 años, un inmigrante inversor abonó menos de 200.000 dólares en impuestos que un inmigrante técnico.
El cambio borrará la gran acumulación de solicitudes y pavimentará el camino para los nuevos esquemas que incluyen una visa para personas que creen una empresa, lo que debería ser mejor para la economía canadiense, apuntó Lesage.
Si el programa hubiera continuado, habría costado seis años a las autoridades de inmigración gestionar las 65.000 solicitudes en lista de espera, calculó Lesage.
Asia es la mayor fuente de inmigrantes de Canadá, liderada por China, Filipinas e India.