El presidente de China, Xi Jinping, y el primer ministro, Li Keqiang, ordenaron hoy esfuerzo máximos para rescatar a los trabajadores que fueron sepultados por un enorme derrumbe de tierra en un área minera en la región autónoma del Tíbet (suroeste).
Un total de 83 trabajadores quedaron sepultados por el derrumbe que ocurrió alrededor de las 06:00 hora local de este viernes en el distrito de Maizhokunggar, en Lhasa, capital regional. Los sepultados, incluidos dos tibetanos, eran trabajadores de una subsidiaria de la empresa China National Gold Group Corporation.
Xi, quien se encuentra ahora realizando visitas de Estado en el extranjero, y Li, respectivamente, han dado instrucciones a las autoridades locales para que no escatimen esfuerzos para rescatar a los enterrados y evitar desastres secundarios.
También pidieron determinar la causa del accidente.
Más de 1.000 socorristas, incluidos policías, bomberos y personal médico, están laborando en el lugar que se localiza a una altitud de 4.600 metros.
Liu Yunshan y Zhang Gaoli, ambos miembros del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), también expresaron sus preocupaciones por los trabajadores atrapados.