Los mensajes anónimos, las llamadas extrañas y los corresos electrónicos basura, pueden dejar de atormentar a los ciudadanos chinos a partir del 1 de febrero, cuando entre en vigor la nueva norma nacional de protección de la información personal.
De acuerdo con la directriz, la primera de su tipo, publicada en noviembre de 2012 y de carácter no obligatorio, los recopiladores de información deberán obtener permiso antes de hacerse con y utilizar datos privados delicados de una persona, dijo el lunes el Ministerio de Industria y Tecnología Informática.
Debido al amplio uso de las tecnologías de la información y a la creciente popularidad de internet, la filtración de información privada, como números de teléfono o registros de compra, a menudo con propósitos comerciales, ha aumentado paulatinamente la preocupación y la indignación pública en China.
La directriz, que agrupa la información personal según dos categorías de general o sensible, permite a los recopiladores que se hagan con datos generales siempre y cuando la persona interesada no presente objeción alguna al respecto, y que recopilen datos sensibles tras obtener la autorización explícita del interesado.
Los recopiladores de información deben tener propósitos claros y específicos así como razones coherentes a la hora de procesar datos personales, y eliminarlos una vez se ha cumplido el uso para el que fueron recogidos, según el documento.
Además, se establecen ocho principios básicos para la protección de la información personal, incluyendo que los recopiladores no deben hecerse con más datos de los estrictamente necesarios para sus propósitos.
Se creará una coalición para ayudar a desarrollar la autodisciplina en materia de protección de información personal entre las empresas, según el ministerio.