Beijing redoblará esfuerzos para reducir en un dos por ciento la presencia de partículas contaminantes PM2,5 en el aire de la ciudad, anunció hoy martes el alcalde en funciones de la capital china, Wang Anshun.
Para ello, la administración retirará 180.000 vehículos viejos de las carreteras y promoverá el uso de la automoción de energía limpia entre los departamentos gubernamentales y los sectores de transporte público y de limpieza urbana, que incluye a barrenderos y basureros, dijo Wang durante la inaguración de una sesión de la Asamblea Popular Municipal de Beijing, la legislatura municipal.
También se reemplazarán las calderas de carbón y sistemas de calefacción obsoletos de 44.000 viejos hogares de una sola planta por equipamientos nuevos que funcionen a partir de energía limpia, detalló Wang durante su presentación de un informe sobre la labor del gobierno municipal.
Asimismo, la ciudad acelerará la implantación de la energía limpia en las zonas rurales y controlará estrictamente el polvo generado por las obras de construcción.
El alcalde interino se comprometió a mejorar el sistema de monitoreo y análisis de la calidad del aire, así como la divulgación de las informaciones pertinentes.
A principios de este mes, Beijing languideció bajo una densa nube de contaminación durante varios días consecutivos, disparando las alarmas en los sistemas de monitorización en varias áreas del municipio, cuyas lecturas de PM2,5, que mide la concentración de partículas en suspensión con un diámetro inferior a 2,5 milímetros, eran varias veces superior a la recomendable.
Las autoridades reaccionaron inmediatamente, suspendiendo las actividades al aire libre de las escuelas primarias y secundarias, y deteniendo el trabajo en las obras de construcción ubicadas en las zonas más contaminadas.
A petición popular, el gobierno chino comenzó a divulgar el 1 de enero de este año la información en tiempo real sobre la calidad del aire en Beijing y otras 74 grandes ciudades de China.