Los ataques a los bancos brasileños crecieron un 56,9 por ciento en 2012, según informó el miércoles la Confederación Nacional de Trabajadores del Ramo Financiero (Contraf), que aseguró que se registraron 2.530 ataques, ante los 1.612 de 2011, con lo que se regisró el año pasado una media de 6,92 ataques diarios a los bancos.
La central sindical presentó este miércoles el Estudio Nacional de Ataques a Bancos, que es realizado por la Contraf, la Confederación Nacional de los Vigilantes y el Departamento de Estadísticas y Estudios Socioeconómicos de los Sindicatos (Dieese), en el que se apunta que el número de asaltos e intentos de asaltos a agencias bancarias subió un 18,2 por ciento, pasando de los 653 en 2011 a los 773 en 2012.
Por su parte, los ataques a equipos de agencias, puestos de atención y cajeros electrónicos fcreció un 83,2 por ciento y pasó de los 959 a los 1.757.
Según los sindicatos, 57 personas murieron el año pasado en Brasil (una media de cinco al mes), en hechos vinculados a ataques de banco. El número de víctimas superó en un 16,3 por ciento al de 2011 (49) y en un 147,8 por ciento al de 2010 (23).
El informe recoge que los números pueden ser mayores debido a que algunos casos no llegan a ser denunciados y a que las autoridades los menosprecian en los registros.
"Esos datos muestran un diagnóstico preocupante de la inseguridad en los bancos y refuerzan la necesidad de medidas preventivas contra asaltos y secuestros, ya que son ataques que dejan un rastro de muertos, heridos y traumatizados", indicó en la nota el presidente de la Contraf, Carlos Cordeiro.
Por zonas, el estado de Sao Paulo, en el sureste del país y que es el más rico y habitado de Brasil, es el principal blanco de ataques a bancos, con 492 casos, seguido por Minas Gerais, en el sureste (301), Paraná (sureste, 214) y Bahía (nordeste, 210).
En el estudio, los sindicatos mostraron datos del Dieese según los cuales los seis mayores bancos de Brasil obtuvieron el año pasado beneficios netos por cerca de 51.300 millones de reales (unos 25.650 millones de dólares) y apenas invirtieron 3.100 millones de reales (unos 1.550 millones de dólares) en seguridad y vigilancia.
"A cada año aumenta el número de personas que muere en asaltos a bancos, por lo que es inaceptable que el sector más lucrativo del país no invierta en seguridad. Eso demuestra la enorme omisión de los bancos frente a la vida de sus trabajadores", criticó el presidente del Sindicato de Vigilantes de Brasilia, Jervalino Rodrigues Bispo.