Pese a la moderación del crecimiento de la economía china, las empresas con sede en Estados Unidos se mantienen optimistas sobre las perspectivas a corto plazo de sus negocios en el país asiático.
Así se desprende de los resultados de la última Encuesta sobre el Clima de Negocios realizada por la Cámara Americana de Comercio en China (AmCham-China, siglas en inglés) a 325 de sus miembros.
Más de tres cuartas partes de las firmas participantes en el sondeo señalaron que son optimistas sobre el desempeño de sus empresas en China en los próximos dos años.
Las compañías estadounidenses que llevan a cabo actividades en China registraron buenos resultados el año pasado. El 71 por ciento de las entidades encuestadas afirmaron haber registrado crecimientos en las ventas y el 44 reportó unos márgenes operacionales mejores que el promedio global.
Un número creciente de empresas estadounidenses están orientando sus actividades en China a la venta en lugar de considerar al país asiático como un mero centro de procesamiento y exportación. El porcentaje de compañías encuestadas que afirmaron que su propósito para este año es vender directamente en el mercado chino llegó a una cifra récord del 71 por ciento.
Sin embargo, las empresas de Estados Unidos parecen haber reducido sus proyectos de expansión. El porcentaje de firmas que tienen previsto incrementar su inversión entre un 21 y un 50 por ciento ha pasado de alrededor del 30 al 18 por ciento en los últimos cuatro años.
Los resultados de la encuesta reflejan unas perspectivas de negocios ligeramente más conservadoras en un momento en el que China está buscando el reequilibrio y centrando sus esfuerzos en la promoción de una expansión económica de mayor calidad, explicó la AmCham-China.
El enfriamiento de las exportaciones y las medidas de control impuestas por el gobierno para frenar el aumento de los precios inmobilarios hicieron que China creciera menos de un ocho por ciento el año pasado, rompiendo así una tendencia que se había mantenido desde 1999.
La encuesta también reveló que los crecientes costos de la mano de obra y la escasez de profesionales cualificados constituyen las principales preocupaciones de las compañías estadounidenses que operan en China.
La AmCham-China es una organización sin fines de lucro que representa los intereses de más de 1.000 empresas y 3.500 individuos que tienen negocios en el país asiático.