Seis de cada diez griegos temen un recorte en los ahorros bancarios similar al de Chipre en un futuro cercano, mostró hoy una encuesta.
Por otra parte, los sindicatos reanudaron sus manifestaciones contra la austeridad en Atenas antes de la nueva auditoría que llevará a cabo la troika esta semana.
A pesar de las declaraciones de funcionarios griegos y europeos de que el establecimiento de un impuesto a los depósitos en Chipre esta primavera tiene el propósito de enfrentar la crisis financiera de la isla, 61 por ciento de los ciudadanos griegos piensa que eso también podría ocurrir en la endeudada Grecia, de acuerdo con la encuesta realizada por la firma MRB para el diario griego "Real News".
Los resultados fueron dados a conocer cuando el gobierno griego va a sostener en los próximos días una nueva ronda de conversaciones con los auditores de los prestamistas internacionales, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, sobre las condiciones para la aprobación del próximo paquete de rescate para Atenas en abril.
Las rondas previas de deliberaciones sobre el próximo paquete de recortes al gasto y reformas estructurales que se aplicarán en los meses próximos a cambio de un mayor financiamiento, terminaron sin un acuerdo hace tres semanas.
La Confederación de Sindicatos de Empleados Públicos (Adedy) protagonizó hoy una nueva manifestación contra los "recortes interminables a la vida de los trabajadores" en la plaza Syntagma frente al Parlamento.
"Nuestras necesidades por encima de sus ganancias", decían las pancartas que portaban los integrantes de la federación que agrupa a los empleados del sector privado, la Gsee (Confederación General de Trabajadores Griegos), quienes se unieron a la movilización.
Grecia se mantiene a flote gracias a préstamos de rescate de varios millones de euros desde mayo de 2010. Las rigurosas medidas de austeridad que ha reducido salarios, pensiones y ha aumentado los impuestos, la recesión y la pobreza han provocado desde entonces huelgas generales y protestas.