Los supermercados brasileños firmaron este lunes un convenio con la fiscalía del país para rechazar en sus superficies la carne bovina que provenga de la selva amazónica que haya sido deforestada ilegalmente, informaron fuentes oficiales.
En un comunicado divulgado por el Ministerio Público de Brasil, se especifica que el acuerdo al que llegaron la fiscalía y la Asociación Brasileña de Supermercados (Abras) pretende mejorar la imagen del sector, la erradicación del trabajo esclavo en la ganadería, la reducción de la deforestación y el apoyo a los derechos indígenas, entre otros.
El convenio estupula que los supermercados brasileños tampoco comprarán la carne de res cuya producción esté relacionada con otras "irregularidades ambientales y sociales", entre las que se incluye el trabajo esclavo.
Abras se comprometió a avisar a los supermercados sobre los proveedores que incumplan la ley y a divulgar una lista con los nombres de los ganaderos y las empresas cárnicas que se han comprometido a adoptar buenas prácticas, además de incentivar los centros comerciales a mejorar el control de origen de las carnes y a que divulguen esos datos a los consumidores.
La ganadería es una de las actividades económicas responsables de la expansión de la tala ilegal en Amazonía brasileña, por lo que el Gobierno ha decidido impulsar medidas de control a los rebaños en esa región.
Antes que la Abras, algunas grandes cadenas de supermercados, como la estadounidense Wal-Mart, e importantes distribuidores de carne, como JBS Friboi, habían anunciado su rechazo a la carne procedente de zonas selváticas taladas de forma ilegal.