(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – La confirmación de que el Gobierno francés no pagará más rescates por los rehenes ha puesto en “una situación insoportable” a los familiares de los 15 ciudadanos de nacionalidad francesa, entre ellos cuatro niños, que aún permanecen en poder de yihadistas de AQMI (Al Qaeda del Magreb Islámico).
El malestar y la incertidumbre que afectan a las familias de las víctimas fue trasmitido a los medios galos por Jean-Pierre Verdon, padre del supuesto funcionario de inteligencia Philippe Verdon, capturado en noviembre de 2011 en Mali, a quien los fundamentalistas aseguran haber ejecutado en represalia por la invasión, aunque el ministro de Exteriores francés, Laurente Fabius, aseguró este lunes que el Elíseo no tiene pruebas de ello.
París, que desde hace varias semanas libra una ofensiva contra los terroristas de AQMI en territorio maliense, no solo no pagará más rescates, sino que se opone también a que lo hagan las empresas, familias o aseguradoras, lo que hace temer lo peor sobre la suerte de los prisioneros, de los cuales no se tienen noticias desde hace varias semanas.
En enero de este año, el presidente francés, François Hollande, anunció a los familiares de siete rehenes secuestrados en la zona del Sahel, que el país no pagaría más recompensas a cambio de sus ciudadanos cautivos.
La postura fue ratificada el pasado domingo por la ministra de la Francofonía, Yamina Benguigui, quien aseguró en una entrevista que el “cambio de doctrina” era “auténtico” y explicó que los radicales islamistas que luchan contra Francia en Malí han evolucionado y que “hoy resulta muy complicado tratar con grupos de narco-terroristas que tienen mucha movilidad, funcionan de un modo autónomo y a menudo no tienen jefes visibles”.
El domingo, Al Qaeda del Magreb Islámico amenazó con matar a los cinco rehenes que todavía mantiene en su poder, y pidió a las familias que presionen al Gobierno para que retire a sus soldados del país. Françoise Larribe, ex rehén y esposa de Daniel Larribe, ingeniero del gigante nuclear Areva capturado con otros seis franceses en septiembre de 2010 en las minas de uranio de Arlit (norte de Níger), se ha declarado “disgustada” por la decisión del presidente.
“Hollande nos dijo que era impensable pagar dinero a grupos a los que estamos haciendo la guerra. Pero los rescates son una gota de agua en los recursos de unos terroristas que trafican con droga. Creo que Hollande se equivoca”, dijo Larribe a Le Monde.
Los familiares de otros cautivos han mostrado su respeto por la nueva política de Estado, y René Robert, abuelo del rehén Pierre Legrand, ha dicho que comprende “el silencio” del Gobierno, pero ha pedido “que los resultados lleguen pronto y no haya sorpresas”, informó El País.
La nueva forma de gestionar el chantaje afecta también a las ONG y a las empresas con intereses en África. Un portavoz de Areva, que además de Larribe tiene a otros tres trabajadores de su subcontratada Vinci en manos de los terroristas, explica que “lo más importante es mantener la discreción y la confidencialidad”. “Seguimos de cerca la evolución y apoyamos a las familias, pero no podemos hacer comentarios”.