El presidente de Haití, Michel Joseph Martelly y el director general de la la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), José Graziano da Silva, pidieron hoy mayores inversiones en la isla para fortalecer su economía.
Graziano da Silva prometió el apoyo de la FAO al país cariberño a través de acciones que aborden tanto las situaciones de crisis inmediatas, como las causas de la inseguridad alimentaria y la pobreza de Haití, informó esta tarde la Oficina Regional de la organización.. El objetivo es "hacer que los haitianos, especialmente los agricultores, sean más resilientes al cambio climático y a otros desafíos. Pero sólo hay una manera de lograr esto: a través de la inversión. Si no invertimos hoy, vamos a pagar el precio mañana", añadió el funcionario..
La FAO y Haití intentan recaudar 74 millones de dólares en los próximos 12 meses para ayudar a rehabilitar el sector agrícola del país, después del paso del huracán Sandy, la tormenta tropical Isaac y la sequía de principios de este año, que ocasionaron daños colosales a la agricultura y a la pesca ese país.
Actualmente, más de dos millones de haitianos enfrentan la inseguridad alimentaria y nutricional.
En Roma, durante su reunión con el director general en la sede de la FAO, Mertelly expresó su agradecimiento a la organización por "su gran trabajo" en el país.
"Hemos sufrido mucho, pero las cosas están cambiando", expresó invitando a potenciales inversores y expertos a visitar y ver "el nuevo Haití. Ningún país ha salido de la pobreza por sí mismo, solamente a través de la caridad", dijo.
La inversión es clave y abundan las oportunidades en Haití, tanto en la agricultura como en otros sectores como la energía, indicó.
Según Laurent Thomas, subdirector de Cooperación Técnica de la FAO, "si no se interviene rápidamente, más del 60 por ciento de la población que se sustenta de la agricultura estará en situación de riesgo
El huracán Sandy fue el tercer desastre que afectó al país en el lapso de unos pocos meses. Entre mayo y junio, una severa sequía, puso en riesgo la cosecha de primavera. En agosto, Haití fue maltratado por las tormenta tropicales Isaac, seguida dos meses después, por Sandy.
El efecto combinado de estos tres desastres en el sector agrícola, que representa el 25 por ciento del PIB de Haití y da empleo hasta a dos tercios de la población del país, se ha estimado en 254 millones de dólares.
Los 74 millones se utilizarían para la rehabilitación de sistemas de riego y caminos rurales, el tratamiento de riveras y barrancos, y el manejo de cuencas, incluyendo la plantación de árboles; la rehabilitación de la producción local de semillas y el suministro de semillas, fertilizantes y herramientas agrícolas.
Además, servirían para financiar la vacunación y el control de plagas, el apoyo a la pesca continental, a la protección de la costa con manglares y el desarrollo de capacidades para la prevención de desastres naturales.
La FAO, en colaboración con el gobierno haitiano, ha puesto en marcha inversiones por un monto de 10 millones de dólares este año, entre ellas, la asistencia a los agricultores para reanudar la producción agrícola y ganadera, así como la formación en la mejora de técnicas agronómicas, reproducción ganadera y de preparación para casos de desastre.