WASHINGTON, 27 ago (Xinhua) -- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, conversó hoy con el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, como parte de sus consultas actuales sobre la manera de responder al presunto uso de armas químicas en el conflicto sirio.
En la conversación telefónica, los dos líderes expresaron su "grave preocupación" por este episodio en el conflicto de 29 meses entre el gobierno y las fuerzas opositoras en Siria.
"Estados Unidos y Canadá se oponen con firmeza al uso de armas químicas", dijo la Casa Blanca en una declaración después de las conversaciones y agregó que los dos líderes prometieron seguir entablando consultas sobre "las posibles respuestas".
Obama ha hablado en los últimos días con los dirigentes de Reino Unido, Francia y Australia debido a que está considerando emprender ataques militares limitados contra objetivos militares no directamente relacionados con el arsenal de armas químicas de Siria.
El diario The Washington Post dijo hoy que el próximo ataque probablemente no duraría más de dos días e involucraría misiles crucero lanzados desde el mar o posiblemente bombarderos de largo alcance. La armada de Estados Unidos tiene en estos momentos cuatro buques de guerra armados con misiles crucero en el Mediterráneo.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, dijo hoy a la BBC que el ejército de Estados Unidos está listo para atacar Siria una vez que Obama dé la orden.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, calificó el lunes calificó la utilización de armas químicas en Siria de "obscenidad moral" y dijo que esto es "injustificable" e "innegable". Kerry dijo que Obama "cree que debe haber rendición de cuentas para quienes usaron las armas más infames del mundo contra la población más vulnerable del mundo" y que el presidente tomará una decisión "informada" sobre la manera de responder.
El gobierno sirio y la oposición han estado intercambiando acusaciones en cuanto al ataque químico perpetrado el 21 de agosto en un suburbio de Damasco, capital de Siria, que, según informes, dejó 1.300 muertos.
Mientras los investigadores de la ONU se encuentran en el lugar de los hechos para reunir evidencia, Washington y sus aliados acusan al gobierno sirio de llevar a cabo el ataque.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, desaconsejó el lunes a las potencias occidentales emprender ataques militares contra Siria y calificó esa medida como "una vía muy peligrosa y ambigua".
Algunos analistas advirtieron que los ataques militares contra Siria podrían desencadenar una oleada de ataques terroristas contra Estados Unidos e Israel.
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