Fuente:China Daily
Pekín, 06/08/2013(El Pueblo en Línea)- Mientras se avecina el 15 de agosto, aniversario de la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, aumentan una vez más las preocupaciones por si el primer ministro japonés, Shinzo Abe, y miembros de su gabinete, visitarán el polémico Santuario Yasukuni, una medida que los observadores dicen que podría agravar las tensiones regionales.
A pesar del entusiasmo personal de Abe por visitar el santuario, como se muestra en muchas de sus declaraciones anteriores, los medios de comunicación japoneses dicen que esta vez es probable que no realice la visita del 15 de Agosto.
Mientras tanto, Washington ha expresado su preocupación ante la posibilidad de una visita oficial de Abe, ya que esto podría “perjudicar los intereses de Estados Unidos”, según un informe publicado el viernes.
El Santuario Yasukuni honra a 2,5 millones de muertos de guerra de Japón, incluidos 14 criminales de guerra condenados por un tribunal internacional. China y la República de Corea lo consideran un símbolo del pasado militarista de Japón y han condenado anteriores visitas de los líderes y legisladores japoneses.
Liu Jiangyong, experto en estudios japoneses en la Universidad de Tsinghua, dijo que aún es demasiado pronto para predecir si Abe visitará el santuario, ya que el primer ministro, frente a la oposición interna y externa, puede incluso no tener una respuesta él mismo.
“Sin embargo, Abe todavía tiene otras maneras de expresar su adoración en el santuario, como fomentando que otros miembros del gabinete lo hagan, y confiándoles ofrendas a otros funcionarios que son enviados”, dijo Liu.
La decisión de Abe de mantenerse alejado de la capilla puede ser vista como parte de sus esfuerzos para evitar nuevas tensiones con Pekín y Seúl, que fueron víctimas de la agresión de Japón en tiempos de guerra, dijeron dos fuentes del gobierno japonés que fueron citadas por AFP.
Los observadores dijeron que la decisión de Abe sobre la posibilidad de visitar el santuario en el aniversario no debe ser considerada como una moneda de cambio en términos de rejuvenecer las relaciones bilaterales.
Gao Hong, profesor de Estudios Japoneses de la Academia China de Ciencias Sociales, dijo que el actual punto muerto en las relaciones entre China y Japón se debió principalmente a una serie de errores que los gobiernos de Japón realizaron sobre las Islas Diaoyu en el Mar Oriental de China, un tema que debe mantenerse separado de la visita al santuario.
“Que haya o no una visita al santuario significa si Abe y los políticos japoneses pueden entender correctamente la historia o no, mientras que la recuperación de los lazos entre China y Japón depende de si Abe hará un cambio sustancial de la política sobre las disputas en el Mar Oriental de China”, dijo Gao.
En julio, Abe dijo que no iba a impedir a los miembros del gabinete pagar sus respetos en el templo el 15 de Agosto. “Cada miembro del Consejo de Ministros debe decidir según su propio criterio”, dijo.
Tomomi Inada, el ministro de Estado japonés para la Reforma Administrativa, recibió el jueves la aprobación de la oficina del primer ministro después de que ella expresó sus intenciones de visitar el santuario, dijeron fuentes. Ella es también el primer miembro del gabinete de Abe que decidirá si hacer la peregrinación al santuario ese día.
Abe, que asumió el cargo por segunda vez en diciembre, no visitó el santuario Yasukuni durante su primer mandato como primer ministro desde 2006 hasta 2007, pero más tarde expresó su pesar por no haberlo hecho.
En mayo, Abe defendió las visitas de líderes anteriores diciendo que “es muy natural para un líder japonés ofrecer sus oraciones por aquellos que sacrificaron sus vidas por su país”.
El viernes, Washington expresó su preocupación por las consecuencias de la posible visita de Abe, diciendo que las visitas al polémico santuario podría aumentar la tensión en la región, informó la agencia de noticias japonesa Kyodo.
Un informe titulado “Relaciones entre Japón y EE.UU.: Temas para el Congreso” fue publicado por el Servicio de Investigación del Congreso, un instituto de investigación que ofrece análisis de política y leyes para el Congreso de los EE.UU.
En referencia a las reacciones agudas de China y la República de Corea por las anteriores visitas a Yasukuni por parte de políticos influyentes, el informe dice que “las observaciones y acciones del primer ministro Abe y su gabinete sobre temas históricos controvertidos han planteado la preocupación de que Tokio podría alterar las relaciones regionales de manera que perjudica los intereses de Estados Unidos”.
“El enfoque de Abe sobre cuestiones como las llamados ‘mujeres de confort’ -esclavas sexuales de la época de la Segunda Guerra Mundial-, libros de texto sobre historia, visitas al Santuario Yasukuni que honra a los muertos de guerra japoneses serán monitoreados muy de cerca por los vecinos de Japón, así como por Estados Unidos”, dijo.
Desde las elecciones de julio para la Cámara Alta del Parlamento Japonés, o Dieta, que consolidó el reinado del Partido Democrático Liberal, Abe ha pedido en varias ocasiones una reactivación de las relaciones congeladas entre Pekín y Tokio, que incluye una propuesta de una cumbre con el presidente chino, Xi Jinping .
Li Xiushi, un investigador sobre Estudios Japoneses del Instituto de Estudios Internacionales de Shanghai, dijo que Abe tiene dos caras y está creando ilusiones en cuanto a mejorar las relaciones con China.
“Por un lado, quiere reforzar la contención de China en el escenario mundial... Por otro lado, quiere fingir al público nacional e internacional: ‘Vean cuán buena es mi actitud. Estoy dispuesto a negociar. Sólo China es la dura”, dijo Li en un informe de Reuters.