La Casa Blanca dijo hoy que no hay "ninguna evidencia" que demuestre que los rebeldes sirios han empleado armas químicas en su combate contra las tropas del gobierno.
El vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, respondió así a los informes de los medios estatales sirios que afirman que hombres armados dispararon hoy un cohete con materiales químicos en la provincia norteña de Aleppo que provocó la muerte de al menos 15 personas. El ministro de Información de Siria, Omran al-Zoubi, calificó esta acción de "peligrosa escalada".
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia ha emitido una declaración en la que expresa "una muy grave inquietud" por el hecho de que armas de destrucción masiva puedan caer en manos de los rebeldes.
"No tenemos evidencia sustancial para acusar a la oposición de haber usado armas químicas", dijo Carney durante la sesión informativa regular.
"Somos profundamente escépticos en relación con un régimen que ha perdido toda credibilidad y también aconsejaríamos al régimen no realizar este tipo de acusaciones como algún tipo de pretexto o de fachada para usar armas químicas", agregó el vocero. "Estamos evaluando las acusaciones que se presentaron".
Carney volvió a expresar una "grave inquietud" sobre el posible empleo de armas químicas por parte del gobierno sirio en su conflicto con la oposición, el cual ya ha comenzado su tercer año con más de 70.000 personas muertas.
"Es importante que mientras se intensifican los enfrentamientos en Siria y el régimen se siente más desesperado, Estados Unidos y la comunidad internacional dejen perfectamente claro a Al-Assad que el uso de armas químicas sería totalmente inaceptable", dijo Carney.
El vocero advirtió de nuevo sobre las "consecuencias" que enfrentará el gobierno encabezado por el presidente Bashar al-Assad si usa las armas o no las asegura y reiteró la posición de Washington de que "no estamos suministrando ayuda letal a la oposición".