China brinda nuevas aportaciones a la prosperidad mundial, al tiempo de llevar adelante su propio desarrollo, destacó el embajador del país asiático en Chile, Yang Wanming, en un texto difundido hoy en Santiago.
En una columna que publica hoy el diario "La Tercera", bajo el título "Desarrollo chino y nuevo gobierno", el diplomático recordó que "China, en 30 años, experimentó el proceso de industrialización que Occidente recorrió durante algo más de un centenario".
Indicó que su país está acelerando el cambio de su modo de desarrollo y, en este contexto, tomó posesión un nuevo gobierno, que "tiene que enfrentar los mismos problemas occidentales de manera más concentrada. Pero en su proceso de desarrollo, siempre ha sabido transformar los desafíos en oportunidad".
Yang se refirió a la asunción de Xi Jinping, secretario general del Partido Comunista, como presidente de China, y de Li Keqiang, como primer ministro, durante la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional.
De acuerdo con Yang, "la economía china ya entra en la etapa del crecimiento de un solo dígito. Esto responde al efecto de las leyes económicas; sin embargo, a nuestra economía no le falta solidez".
Destacó que con la fortaleza del sistema financiero, la morosidad crediticia ha bajado de 6,1 por ciento en 2007 a 0,95 por ciento actual, el ingreso fiscal se ha duplicado en los últimos cinco años, la tasa de déficit y de deuda pública permanece en un nivel seguro, y las exportaciones aumentaron 23,6 por ciento en enero y febrero.
Explicó que, a mediano y largo plazo, "la insuficiencia de la demanda global y el aumento de los costos laborales dentro del país generarían cierta presión para el comercio exterior y sus industrias intensivas en mano de obra. Al respecto, China lanzó hace dos años disposiciones estratégicas".
Aseguró que su gobierno se esforzará por ampliar la demanda interna.
"Además, seguimos reestructurando la economía, poniendo énfasis en apoyar el desarrollo de industrias intensivas en capitales y tecnologías. La tasa de urbanización de China es todavía inferior al 53 por ciento y quedan al menos 20 puntos porcentuales por crecer", precisó.
Agregó que el "aumento de cada punto porcentual supondrá el traslado de 13 millones de habitantes rurales a las ciudades, lo cual librará gran cantidad de mano de obra y motivará numerosas inversiones y demanda de consumo".
Sostuvo que, "como un subproducto de este veloz crecimiento, la desigualdad entre la población rica y pobre se ha ampliado, pero el gobierno atribuye suma importancia al tema".
Recordó que al enfrentar la crisis financiera global iniciada en 2008, el gobierno "inyectó inversiones por 600.000 millones de dólares, destinadas a mejorar el bienestar de la población rural y realizar importantes proyectos sociales".
Añadió que "junto con buscar homologar el ritmo del aumento del ingreso de la población al crecimiento económico, el gobierno chino ha fijado como prioridad profundizar la reforma al sistema de distribución de ingreso y de perfeccionar el sistema de protección social".
Sobre el tema ambiental, el diplomático comentó que varias ciudades presentan un denso esmog y polución.
"La solución a la degradación ambiental reside en el cambio del modo de desarrollo", resaltó.
"El XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista hizo hincapié en buscar un crecimiento verde, de baja emisión de carbono, y colocó el desarrollo de la civilización ecológica a la misma altura que el desarrollo económico, político, social y cultural", remarcó.
En su artículo, Yang expresó que "orientado por esta política, el sector de las nuevas y renovables energías está marchando con fuerza".
Señaló que "poniendo en juego la sabiduría china, el nuevo gobierno continuará luchando contra los potenciales retos. Junto con llevar adelante su propio desarrollo, China continuará brindando nuevos aportes a la prosperidad mundial".
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