MADRID, 11 mar (Xinhua) -- Los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, presidieron hoy martes, una ceremonia luctuosa en la capital, en memoria de las víctimas del atentado del 11-M, en el décimo aniversario del ataque terrorista más grave sufrido en la historia de Europa, que dejó 191 muertos.
La mañana del 11 de marzo de 2004, diez bombas estallaron dentro de mochilas en cuatro trenes de la red suburbana madrileña (cercanías), en las estaciones de Atocha, Santa Eugenia y El Pozo, con saldo de 191 muertos y 1.858 heridos.
Al acto de este martes, una misa en la catedral de Almudena en Madrid, asistieron miembros del gobierno español, representantes de asociaciones de víctimas del terrorismo y embajadores de países afectados por el terrorismo.
Unas 1.000 personas participaron en la ceremonia, donde hubo también representación de otras asociaciones religiosas y de comunidades musulmanas.
El atentado cambió para siempre -dicen los expertos- la vida de 3.000 personas, y las secuelas psicológicas persisten diez años después.
Según psicólogos citados durante la jornada por la prensa española, se desprenden situaciones como la de "Laura" que sigue en coma vegetativo, o lo que dice una superviviente: "No sabía a quién ayudar primero. Me siento culpable. Sueño con el tren".
Por su parte, el presidente Rajoy destacó al finalizar el acto luctuoso, que hayan recordado "todos unidos" el 11-M, porque "el objetivo es que la víctimas se sientan reconfortadas".
Las investigaciones indicaron que el atentado terrorista fue obra de grupos islamistas radicales ligados Al Qaeda, de hecho siete supuestos autores se suicidaron en un piso del barrio madrileño de Leganés poco después de que ocurriera la tragedia.