BUENOS AIRES, 28 feb (Xinhua) -- Argentina debe mejorar la calidad de sus instituciones para salir de la trampa del ingreso medio y dejar de ser así uno de los países en desarrollo con más volatilidad económica del mundo, afirmó el economista en jefe de la consultora bonaerense Management & Fit (M&F), Matías Carugati.
Argentina cayó dentro de la trampa de los países de ingresos medios, lo cual significa que es incapaz de dar el próximo salto para convertirse en una nación de ingreso alto, debido a problemas como la distribución injusta de los ingresos y la excesiva desigualdad, indicó el analista.
"Esto no es consecuencia únicamente del gobierno actual (o del anterior de Néstor Kirchner, quien gobernó de 2003 a 2007 y fue sucedido por su esposa, la presidenta Cristina Fernández), sino que es el resultado de años de políticas económicas equivocadas que impidieron un desarrollo sustentable, señaló en entrevista con Xinhua.
"Argentina es uno de los países en desarrollo con más volatilidad económica del mundo en las últimas décadas. De todas formas, hay que aclarar que es responsabilidad del gobierno actual sacar al país de esta trampa", planteó el entrevistado.
Según datos publicados por el Banco Mundial, en el coeficiente de Gini, que mide la desigualdad social, Argentina pasó de tener 0,5472 en 2003, a 0,4110 en 2013.
Ese indicador deja a Argentina por encima del nivel de advertencia de 0,4 establecido por las Naciones Unidas.
El nivel está considerado por expertos como el punto en que las tensiones sociales pueden detonar en una crisis.
Argentina registró a finales de 2001 una crisis social y económica que, como consecuencia, dejó en octubre de 2002 al 57,7 por ciento de la población en situación de pobreza, y, en diciembre de 2002, una tasa de desocupados de 21,6 por ciento.
Para Carugati, "a corto plazo consideramos que el país necesita estabilizar el ciclo. Esto implica lograr un crecimiento sustentable, compatible con baja inflación, finanzas públicas sanas y equilibrio del sector externo. Ciertamente, no es poca cosa", admitió.
Consultado entonces por una mirada a largo plazo, el economista respondió que Argentina necesita mejorar la calidad de las instituciones.
Según los datos del Banco Mundial consolidados a 2012, el producto interno bruto (PIB) de Argentina totalizó 475.500 millones de dólares, para una población total de 41,10 millones de personas.
Estadísticas recientes del Banco Mundial han indicado que sólo 13 de los 101 países y regiones que entraron en la etapa del ingreso medio en la década de los años 60 del siglo pasado lograron escapar a la mencionada trampa.
Uno de los aspectos que ponde de manifiesto la desigualdad social en Argentina son los jóvenes que no estudian ni trabajan, cerca de un millón, según datos ofrecidos por el experto Daniel Arroyo, ex secretario de Desarrollo y Políticas Sociales de Argentina.
Para hacer frente a esa situación, el gobierno de la presidenta Cristina Fernández anunció en enero pasado el denominado "Plan Progresar", dirigido a jóvenes de 18 a 24 años que "no estudian, no tienen trabajo o tienen trabajo informal".
El monto de la asignación que recibirán los jóvenes que se incorporen a la iniciativa será de 600 pesos argentinos mensuales (75 dólares).
El programa beneficiará "al 78 por ciento de jóvenes que carecen de empleo y están en los dos niveles de más bajos recursos" de Argentina, lo cual "va a permitir reducir el índice Gini, que mide el grado de desigualdad de una sociedad. Estaríamos batiendo un récord, al ubicarnos por debajo del 0,3 por ciento", señaló entonces la presidenta.
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