BEIJING, 18 nov (Xinhua) -- El Ejército Popular de Liberación de China (EPL) se está esforzando por mantener su gloriosa reputación de tiempos de guerra mediante el impulso a la reforma militar y la eliminación del espíritu de decadencia.
La gente se ha dado cuenta de que ciertos cuadros militares tienen sólo un vago entendimiento de su misión tras haber estado un largo tiempo sin combatir y se han vuelto perezosos en cuanto a sus tareas primarias.
Un artículo publicado hoy en el Diario del EPL criticó a algunos oficiales del ejército por carecer de la "conciencia de estar siempre preparados para el combate". Los soldados bajo su mando no han entrenado lo suficiente duro y la calidad del entrenamiento militar no es suficientemente buena.
Simplemente, no están preparados para la batalla, indicó el artículo.
Dirigir a los soldados en las batallas deben ser la labor principal y el deber último de los líderes militares en todos los niveles. Todo lo que el ejército hace debe estar relacionado con el combate y nada sirve de nada si el ejército no puede ganar batallas.
Ante auténticas y complicadas amenazas y una intensa competencia militar, "¿podrá el EPL seguir ganando batallas?", se pregunta el artículo.
A principios de este mes, el presidente Xi Jinping, también presidente de la Comisión Militar Central, hizo un llamado al ejército para que refuerce sus credenciales de Partido mediante el principio de "ser capaces de combatir y ganar las batallas".
De acuerdo con una decisión clave publicada el viernes por el Comité Central del Partido Comunista de China, el país se convertirá en una potencia militar moderna con características chinas, construirá un ejército popular, bajo el liderazgo del PCCh, que sea capaz de ganar batallas. La decisión promete optimizar el tamaño y la estructura del ejército, reformar el sistema de liderazgo y reducir las instituciones y el personal no combatiente.
El refuerzo del Partido en el ejército es la máxima urgencia, necesaria para contener los valores negativos y realzar el sentido del deber y la responsabilidad de los altos funcionarios militares.
La efectividad del combate debe ser una norma central en el liderazgo, la logística, los armamentos y en otros sectores del ejército. Las tácticas y el entrenamiento deben ser considerados como la principal labor del liderazgo militar.
La dirigencia debe fomentar los estudios estratégicos, comprender la lógica interna de las guerras basadas en las tecnologías de la información y aumentar su capacidad de control del equipo informatizado.
El mando debe elaborar un sano sistema de evaluación e incentivos y un sistema de empleo de talento. Deben poner sus corazones en la construcción de un ejército que gane batallas.
Los oficiales y los soldados deben unirse para terminar la misión que les encomendó el PCCh y el pueblo.
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