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ENTREVISTA: Analista descarta cambios económicos en Argentina tras elecciones

Actualizado a las 02/10/2013 - 11:08
BUENOS AIRES, 1 oct (Xinhua) -- Los resultados de las elecciones intermedias que se efectuarán en Argentina el 27 de octubre no modificarán el panorama económico del país en lo que resta del año, afirmó el analista e investigador del Centro Cultural de la Cooperación y Cátedra Nacional de Economía "Arturo Jauretche", Martín Burgos.
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Por Ricardo T. Rivas y Juan Manuel Nievas

BUENOS AIRES, 1 oct (Xinhua) -- Los resultados de las elecciones intermedias que se efectuarán en Argentina el 27 de octubre no modificarán el panorama económico del país en lo que resta del año, afirmó el analista e investigador del Centro Cultural de la Cooperación y Cátedra Nacional de Economía "Arturo Jauretche", Martín Burgos.

La apuesta es entonces al consumo interno responsable, al sacrificio de la población en materia de viajes al exterior y a los incrementos salariales a tono con la inflación anual, dijo Burgos en entrevista con Xinhua.

El experto se refirió a las principales preocupaciones de los argentinos, que pasan por las perspectivas económicas tras el acto electoral, la inflación y el frente externo en el que Buenos Aires carece de crédito y enfrenta tenedores en bonos en cesación de pagos desde la crisis de finales de 2001.

"La economía argentina está volviendo a crecer a tono con otras economías mundiales y de la región. Las elecciones no deberían modificar el panorama de aquí a fin de año, si como todo indica el gobierno sigue con la mayoría en ambas cámaras (diputados y senadores)", planteó el economista.

Para el académico argentino, lo más preocupante es la parálisis de la economía en Brasil, considerado el motor de la región, que en 2013 sumará su tercer año de estancamiento consecutivo.

"Las dos economías están muy relacionadas, con lo cual es difícil pensar que Argentina pueda crecer sin que Brasil lo haga", explicó.

Para la administración de la presidenta Cristina Fernández, los precios en Argentina han subido a un nivel promedio de 10 por ciento anual de 2007 a la fecha, mientras que para la oposición y la consultoras privadas los incrementos han sido de 25 por ciento anual.

"La inflación tiene escaso impacto en el crecimiento, mientras se sostenga la demanda interna mediante aumentos de salarios nominales, de jubilaciones, de pensiones y de programas sociales en torno al 20 por ciento anual", contrapuso el entrevistado.

En las primarias del 11 de agosto pasado, el gobierno fue derrotado en los principales distritos del país y cosechó a escala nacional 26 por ciento de los votos, una baja marcada respecto al 54 por ciento que cosechó en las elecciones presidenciales de 2011, y de seis puntos porcentuales frente a las legislativas de 2009.

A ese panorama local se añade el ambiente económico externo, sobre la base de la reestructuración de la deuda, el dólar y el control de importaciones, que ha generado roces entre Argentina y sus socios comerciales de la región, como así también con Estados Unidos, Japón y Europa.

"Si bien en contexto internacional está mejorando, la pelea judicial con los 'fondos buitre' (fondos especulativos que litigan en Nueva York y reclaman 1.330 millones de dólares en títulos en default desde 2002) oscurece el panorama argentino", admitió Burgos.

A ello se suman "varias de las herencias de los años 90, junto a los 'default' de la deuda, como la deuda con el Club de París y los juicios en el CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, dependiente del Banco Mundial y con sede en Washington), que dificultan los años que vienen", mencionó.

"Las soluciones existentes son tres. Un ajuste en el consumo interno que reduzca el nivel de importaciones y de requerimientos de divisas; volver a un endeudamiento externo que permita seguir con niveles de consumo altos, o reducir los niveles de requerimiento de divisas sin modificar el alto nivel de consumo".

"Esta última es la salida que eligió el gobierno", indicó.

Para el experto, se busca entonces sustituir importaciones y reducir la fuga de capitales, lo cual se logra a través de distintos medios, como la eliminación del ahorro en dólares, un impuesto a la tarjeta para desincentivar el turismo al extranjero, y la reducción de la remisión de utilidades o restricción a las importaciones.

"Las tres salidas significan para el pueblo sacrificios. La que eligió el gobierno no implica un sacrificio en términos de salario o de calidad de vida, sino que los argentinos deben tener un consumo y un ahorro responsable en términos de divisas".

Esto significa consumir productos nacionales, hacer turismo por el país, invertir en bonos, acciones, en industria o en "ladrillo nacional" (sector de la vivienda), concluyó.

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