Las campañas de los nueve candidatos a la presidencia de Chile están prácticamente en receso a tres meses de la realización de los comicios, con el inicio de una semana de celebraciones con motivo de las fiestas patrias por la independencia que concluirán el próximo domingo.
Las actividades de proselitismo se reanudarán entonces con fuerza, y sólo se detendrán dos días antes de las elecciones, fijadas para el 17 de noviembre.
En estas elecciones se elegirá al presidente, 20 senadores, 120 diputados y, por primera vez, a los consejeros regionales, cuyo número depende de la cantidad de habitantes en cada región.
El padrón electoral sobrepasa los 13 millones de chilenos.
Todos los sondeos publicados en los últimos días dan como ganadora a la candidata del pacto Nueva Mayoría, la socialista Michelle Bachelet; sin embargo, no hay coincidencias sobre qué candidato quedará en segundo lugar para enfrentar a la ex presidenta de Chile en una eventual segunda vuelta en enero de 2014.
Según analistas locales, la segunda vuelta es casi segura por la repartición de los votos entre los nueve candidatos, y por el hecho de que, por primera vez en los comicios presidenciales chilenos, el voto es voluntario y puede repetirse una gran abstención, como ocurrió en las últimas elecciones de alcaldes y concejales de 2012.
Sin embargo, tampoco se descarta que la ex mandataria sea reelegida en primera vuelta.
Lo que más llama la atención en estos estudios es la baja adhesión de la candidata de la derecha, Evelyn Matthei, ex ministra del Trabajo, quien de acuerdo con los diversos sondeos tiene entre 12 y 25 por ciento de respaldo.
El líder del partido Renovación Nacional, el senador Carlos Larraín, quien apoya a Matthei, reconoció que su campaña no ha tenido importancia en el electorado.
Por su parte, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, de derecha, declaró el domingo que "lo que le conviene a Chile es que gane Evelyn Matthei", al destacar sus supuestas cualidades personales y políticas para terminar la obra de su gobierno.
El mandatario, sin embargo, lamenta que él mismo no suba en las encuestas, donde aparece con una adhesión ciudadana en torno a 30 por ciento, lo cual justifica al decir que "la ciudadanía es cada vez más exigente con los políticos".
Otros dirigentes de la derecha también afirman que Matthei es una buena candidata, que tiene carácter, que es preparada y que tiene trayectoria política.
Sin embargo, al parecer su imagen resultó afectada por la forma en que se produjo su selección como candidata de la derechista Alianza por Chile.
Antes de que apareciera la opción de Matthei, se postularon como candidatos los ex ministros Laurence Golborne, Andrés Allamand y Pablo Longueira, quienes renunciaron a su postulación por diversos motivos.
A esto se suma que la candidatura de Matthei tampoco cuenta con un gobierno que tenga adhesión mayoritaria, un factor que no es decisivo, pero sí relevante, al igual que la falta de movimientos sociales que la apoyen.
Según Francisco Vidal, ex ministro del gobierno de Bachelet (2006-2010) y experto electoral, la candidatura de Evelyn Matthei no llega al voto histórico de la derecha, que es algo más del 35 por ciento de los votos, debido a la presencia de Franco Parisi, candidato independiente.
Este candidato, según Vidal, registra una intención de votos de 10 por ciento, cifra igual a la de Marco Enríquez-Ominami, presidente del Partido Progresista, quien en la elección de 2009 obtuvo el 20 por ciento de la votación y ahora aspira a enfrentar a Bachelet en la segunda vuelta.
Todos los estudios y encuestas confirman la mayoría para Michelle Bachelet y su eventual triunfo en primera vuelta; sin embargo, esto último está sujeto a la fuerza electoral que alcancen Franco Parisi y Marco Enríquez-Ominami.
Las otras cinco candidaturas: Ricardo Israel del Partido Regionalista de los Independientes (PRI); Alfredo Sfeir, Partido Ecologista; Roxana Miranda, del Partido Igualdad; Marcel Claude, del Partido Humanista, y Tomás Jocelyn-Holt, independiente, se sitúan en el margen con proyecciones que van de 1 a 4 por ciento como máximo.
Después de las fiestas patrias se reanudarán las campañas políticas y se irá despejando el escenario político.
Cada candidato hará esfuerzos para explicar que su programa es lo que más conviene al país, y serán los votantes el próximo 17 de noviembre quienes dirán la última palabra.
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