LA HABANA, 15 sep (Xinhua) -- Directivos del grupo empresarial Azcuba supervisan hoy la marcha de los preparativos de la próxima cosecha azucarera en Cuba, que debe iniciarse a fines de este año con la mira puesta en la recuperación de ese sector, otrora principal renglón económico cubano.
El presidente de Azcuba, Orlando Celso García, anunció esta semana que, de cara a la próxima cosecha, se trabaja para que todas las refinerías de azúcar comiencen las operaciones en noviembre y diciembre.
Durante la pasada contienda trabajaron 49 plantas, pero no lograron cumplir el plan de 1,7 millones de toneladas del dulce, al quedar a un 89 por ciento de lo previsto, pero la producción creció en 8 por ciento con relación a la contienda del año anterior.
Al analizar las causas del incumplimiento, en una reunión a la que asistió el vicepresidente José Ramón Machado, se supo que 17 centrales comenzaron la molienda con atrasos por la mala calidad de las reparaciones y deficiente organización y otros factores, no pocos de ellos asociados a factores subjetivos.
Esos problemas, unidos a demoras en la transportación de los suministros y otras dificultades como afectaciones a la eficiencia agroindustrial y las causadas por el huracán "Sandy", que azotó a las provincias orientales en octubre último, provocaron que se dejaran de producir cerca de 200.000 toneladas de azúcar.
Sólo lograron vencer sus metas de producción tres provincias en el país: Sancti Spíritus y Ciego de Avila, en el centro, y Artemisa, en occidente.
Aunque se creció en la producción, no se alcanzó el planificado aumento del 20 por ciento, en buena medida por las causas mencionadas que deciden los indicadores de la eficiencia, el principal de los cuales lo constituye el alto nivel de explotación de las capacidades industriales.
De cara a la venidera zafra, según especialistas de Azcuba, uno de los objetivos, a la luz de los resultados de la molienda anterior, es lograr la plena explotación de las capacidades fabriles instaladas, para lo cual es indispensable realizar reparaciones de calidad.
El sector azucarero, que fue por décadas la principal industria de la isla, sufre de una severa descapitalización, y representa ahora alrededor del 5 por ciento del ingreso de divisas de la nación caribeña.
Ocho de las refinerías azucareras de Cuba fueron construidas en las décadas de 1970 y 1980, pero el resto se erigió antes de 1959, por lo que la mayoría requiere de una fuerte inversión de capitales para ser rehabilitadas.
El actual plan de reformas económicas en el país señala como objetivos prioritarios de esa industria el incremento sostenido de la producción de caña, el perfeccionamiento de la relación entre el central azucarero y los productores cañeros, y la diversificación de la producción.
Azcuba espera revertir un largo declive en la producción local desde 8 millones de toneladas en 1990, y planea producir 2,4 millones de toneladas en 2015.
Esa entidad estatal se ha propuesto poner a funcionar otras 10 fábricas, modernizar su tecnología, mejorar los rendimientos y los sistemas de pago de la caña y aplicar mecanismos de gestión eficiente que le permitan autofinanciarse.
Considerada en otros tiempos como la locomotora económica del país, la industria cubana tocó fondo en la cosecha 2009-2010, cuando registró una producción de 1,1 millones de toneladas, la peor en 105 años.
La isla consume entre 600.000 y 700.000 toneladas de azúcar anuales y vende unas 400.000 toneladas a China.