Por Epifanio Cortés Cedillo
MEXICO, 5 sep (Xinhua) -- México fue uno de los primeros países del orbe en reconocer los derechos de los pueblos indígenas, en especial de las mujeres, afirmaron hoy expertos, en el marco del Día Internacional de la Mujer Indígena.
De acuerdo con fuentes consultadas por Xinhua, en México se han reformado unas 250 leyes en los últimos 20 años para reconocer los derechos indígenas, de manera especial a las mujeres, que siguen siendo el sector marginado del país que padece discriminación.
Sin embargo, la investigadora Laura Valladares de la Cruz, sostiene que los impactos de esas reformas son mínimos y el país se mantiene a la zaga de países sudamericanos que han avanzado en términos de reconocimiento y de pluralizar el poder en favor de los pueblos originarios.
Al dar la conferencia "La importancia de las mujeres indígenas en el México contemporáneo", la doctora en Antropología Social destacó que en América Latina hay una corriente democratizadora desde hace más de una década que se extiende por países como Bolivia, Ecuador, Colombia, Brasil, Uruguay y Perú.
En esos países han podido construir sus Estados a través del espacio legislativo, lo cual significa cambiar de rumbo una nación, y hace posible que se construyan nuevos acuerdos entre ciudadanos y gobernantes de manera pacífica por la vía del consenso, añadió.
En el marco del Día Internacional de la Mujer Indígena, en un evento realizado en el Senado de la República, Valladares de la Cruz destacó: "En esa senda debería caminar también México. Como mexicanos nos hace falta mirar al sur", ya que -insistió- a pesar de haberse reformado más de 200 leyes en los últimos 20 años, los impactos a favor de las comunidades indígenas son muy pocos".
La experta en asuntos de mujeres indígenas sostiene que México fue un Estado puntero en instaurar una política para pueblos indígenas, una reforma agraria, pero "nos hemos quedado atrás mientras que el resto de los países sudamericanos han avanzado en términos de reconocimiento, de pluralizar el poder y nosotros estamos en una etapa de reformas de muy poco alcance".
A su vez, el presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas del Senado, Eviel Pérez Magaña, asegura que hoy se viven momentos importantísimos en el Senado de la República, en la construcción de un nuevo rostro que permita la dignidad y el progreso de México, y por ende de los pueblos indígenas del país.
Para el senador, la Comisión senatorial a su cargo tiene como reto impulsar la grandeza pluricultural de los pueblos indígenas, sobre todo de las mujeres.
"Estamos comprometidos con el futuro de las mujeres indígenas, estamos luchando porque sus hijos tengan mejores oportunidades en educación, en el acceso pleno a la justicia, en el reconocimiento a su autonomía, en la consulta previa, sus costumbres, el respeto a sus tierras, pero sobre todo garantizarles la dignidad que demandan y merecen", destacó.
Según Pérez Magaña, los problemas de los pueblos originarios son reales, concretos e innegables, por lo cual se requiere impulsar políticas encaminadas a garantizar el respeto absoluto a los grupos étnicos para preservar su cultura.
Por su parte, la secretaria de esa Comisión en el Senado, Luisa María Calderón Hinojosa, manifestó que el reto es lograr que las mujeres sean visibilizadas y no marginadas; "que logremos acceder a los bienes que nos tocan como mujeres, como líderes e integrantes de comunidades a las que pertenecemos".
La senadora del Partido Acción Nacional (PAN) agregó que la tarea es impulsar juntas "que podamos ser respetadas en nuestra integridad como mujeres, en nuestra naturaleza como mujeres, que seamos escuchadas como integrantes de pueblos indígenas, en pluralidad".
En cuanto al papel del gobierno federal, la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) señala que el Programa Organización Productiva para Mujeres Indígenas (POPMI) impulsa la participación de grupos de mujeres indígenas con incipiente nivel de organización, asentadas en regiones de alto grado de marginación y con escasa experiencia económica comercial.
Lo anterior, con el fin de que fortalezcan sus procesos de organización mediante el desarrollo de proyectos productivos que les permita mejorar sus condiciones de vida y posición social, establece la CDI en el documento Memoria Documental: Desarrollo con Identidad para los Pueblos y las Comunidades Indígenas 2006-2012.
Señala que más de las tres cuartas partes de los proyectos apoyados, de junio de 2007 al mismo mes de 2012, se orientan a actividades pecuarias y las denominadas diversas.
En esas últimas se incluyen las panaderías, tortillerías, papelerías, así como tiendas de abarrotes, entre otras.
Los proyectos agrícolas y artesanales representan poco más de una quinta parte y los forestales, acuícolas y pesqueros, apenas significan el 1,7 por ciento del total de proyectos apoyados, añade la misma fuente.
Cabe señalar que el 87 por ciento de los proyectos se ubican en localidades rurales, es decir, aquellas con menos de 2.500 habitantes.
De igual manera, el 18 por ciento de esos proyectos beneficiaron a 29.954 mujeres indígenas dentro de los 125 municipios con menor Indice de Desarrollo Humano, establece el documento de la CDI.