Por Juan Manuel Nievas
BUENOS AIRES, 5 sep (Xinhua) -- El gasto público en Argentina volverá a crecer este año por encima de los ingresos, con la consecuente continuidad "de la erosión fiscal", advirtió hoy un informe privado.
El reporte, elaborado por la consultora Management & Fit (M&F), indicó este jueves que "para el 2013 la estimación es de una suba de 31 por ciento en el gasto primario y de 30 por ciento en los ingresos totales del Estado" argentino.
"Ello implicaría incurrir en un déficit primario por segundo año consecutivo, que equivaldría a 0,5 puntos del PBI (Producto Bruto Interno), mientras que el rojo financiero escalaría a casi 2,5 puntos del Producto. La brecha financiera seguirá siendo cubierta, principalmente, con emisión monetaria", explicó a Xinhua el economista en jefe de M&F, Matías Carugati.
En Argentina, el "gasto primario se desaceleró, aunque su ritmo de expansión terminó siendo superior al de los ingresos", observó.
En ese sentido, tras haberse expandido 33 por ciento en la primera mitad del 2011 y 32 por ciento en igual período de 2012, el gasto primario moderó marginalmente su crecimiento, que finalizó el semestre en 29 por ciento.
Aún si el gobierno deseara moderar la expansión fiscal, algo descartado por los funcionarios, ello sería difícil dado que más de la mitad del total de erogaciones corresponde a rubros inflexibles a la baja, como las remuneraciones a empleados públicos, las jubilaciones y los planes sociales de ayuda a los desfavorecidos, dijo el analista.
El reporte agregó que "a ello se sumó una fenomenal expansión del déficit de las empresas públicas, cuya administración no logra los márgenes de eficiencia necesarios para alcanzar la auto-sustentabilidad financiera".
Para M&F, gracias al Banco Central y la ANSES (organismo de la seguridad social), el resultado fiscal del primer semestre se "mantuvo en terreno positivo".
"El Ministerio de Economía informó que los primeros seis meses del año cerraron con un superávit primario de 4.727 millones de pesos, apenas un 3,4 por ciento menos que hace un año".
En tanto, el resultado financiero (una vez descontados los pagos de intereses de la deuda pública) fue deficitario por un total de 13.789 millones de pesos (30 por ciento más respecto a 2012)", estimó M&F.
Sin embargo, "descontando el aporte del Banco Central y de ANSES (17.788 millones de pesos en concepto de utilidades por sus operaciones), el resultado fiscal se habría transformado en un déficit de 13.061 millones, mientras que el rojo financiero habría escalado a 31.578 millones", alertó el estudio.
"En un año donde las elecciones definen más que la composición del Congreso, el gasto público volvería a crecer por encima de los ingresos, con lo cual estimamos la continuidad de la erosión fiscal", resumió la consultora en su informe.
Sobre la emisión monetaria estimada para cubrir la brecha financiera, Carugati dijo que "no hace falta abrazar una visión ultra-ortodoxa para entender que los más de 100.000 millones que el Banco Central aportará al Tesoro Nacional en concepto de adelantos transitorios, utilidades y uso de reservas presionarán la tasa de inflación".
Analistas privados estiman una inflación del orden del 25 por ciento, pero el gobierno de la presidenta Cristina Fernández la fija en no más de 11 por ciento.
Los argentinos irán a las urnas el 27 de octubre próximo para votar en elecciones legislativas de medio término, tras las primarias del 11 de agosto, en las que el oficialismo sufrió un fuerte revés al sumar 26 por ciento de los votos a nivel nacional, cuando en 2011, Fernández fue reelegida para el período 2011-2015 con 54 por ciento.
La semana pasada, el gobierno anunció que dejará de percibir un impuesto que gravaba parte del salario de los trabajadores, denominado Impuesto a las Ganancias, por lo cual se verá beneficiado el consumo.
Para compensarlo, el gobierno impulsa ante el Congreso una iniciativa que prevé gravar con una alícuota del 15 por ciento a la compraventa de acciones y títulos que no cotizan en la Bolsa y se eliminará la exención que tienen los sujetos del exterior por la compraventa de acciones.
Además, estudia gravar con una tasa de 10 por ciento al reparto de dividendos de las empresas entre sus accionistas.
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