El gobierno de Bolivia promueve el "empoderamiento" de las organizaciones campesinas y de pequeños productores agropecuarios, como parte de la estrategia encaminada a eliminar el hambre y reducir la pobreza, afirmó hoy, en la ciudad de Santa Cruz, el presidente en funciones de Bolivia, Alvaro García.
La soberanía alimentaria requiere decisiones políticas, transformación del sistema productivo, "empoderamiento" de organizaciones sociales campesinas originarias en el control de los procesos productivos, dijo el vicepresidente a asambleístas de 17 países.
García inauguró como "presidente (ante la ausencia de Evo Morales de gira por Europa)" el IV Foro del Frente Parlamentario contra el Hambre de América Latina y el Caribe en la ciudad de Santa Cruz, capital del departamento del mismo nombre (este).
En su discurso, el mandatario en funciones dijo que la colonización de América Latina aniquiló los conocimientos científicos, la ingeniería, biotecnología y astronómicos heredados de civilizaciones agrícolas e hidráulicas como los incas, para reemplazarla por una producción simple de monocultivos a gran escala.
La capitalización también impuso en América Latina un régimen de economía alimentaria sujeto al libre mercado y la ganancia, indicó.
"Cerca de 1.200 millones de personas en el mundo tienen hambre, duermen con hambre, despiertan con hambre", explicó Alvaro García.
Sostuvo que en América Latina unas 30 millones de personas tienen hambre, de la cuales en la actualidad dos millones son bolivianos, cifra que en el caso de Boliva disminuyó a la mitad en los últimos cuatro años.
Frente a ese panorama, García explicó que el gobierno de Morales asumió desde 2006 la decisión política de conquistar la soberanía alimentaria de Bolivia, al democratizar la propiedad de la tierra y fortalecer la economía campesina que durante mucho tiempo fue maltratada.
Afirmó que desde el Estado se hacen fuertes transferencias de recursos económicos e insumos a los campesinos para fomentar la producción de alimentos, al margen del apoyo que reciben las grandes empresas agroindustriales.
"Cuando llegamos al gobierno cerca de 39 millones de hectáreas estaban en manos de haciendas y cerca de 13 millones de hectáreas en manos de campesinos, subrayó.
Este año "la cosa cambió mucho, la hacienda, convertida en agro industria productiva eficiente regulada, tiene alrededor de cuatro millones de hectáreas y las comunidades campesinas, indígenas, interculturales cerca de 35 millones de hectáreas", explicó.
Bolivia aplica desde el año pasado un seguro agrícola para proteger la economía de los pequeños productores frente a los desastres naturales, con una compensación de 1.000 bolivianos (unos 145 dólares) por cada hectárea dañada.