El gobierno de Costa Rica expresó hoy su malestar por las declaraciones del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, sobre la posibilidad de presentar un reclamo ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por la provincia costarricense de Guanacaste.
Durante un acto público la noche del martes, Ortega llamó a Costa Rica para que se entable un diálogo por el conflicto fronterizo entre ambos países, pero indicó además que su país podría reclamar la provincia que se anexó a Costa Rica en 1824, mientras Nicaragua vivía una ocupación militar.
Estas manifestaciones provocaron que este miércoles la presidenta costarricense, Laura Chinchilla, llamara a una reunión a su ministro de Relaciones Exteriores, Enrique Castillo; y al embajador de Costa Rica en Nicaragua, Javier Sancho, para analizar la situación.
Tras el encuentro, la presidenta Chinchilla anunció que se citará al embajador de Nicaragua en San José para entregarle una "enérgica nota de protesta", así como informar de la situación a la Organización de Estados Americanos y a la Organización de Naciones Unidas.
Mediante un comunicado, la mandataria recordó al gobierno de Ortega como "un adversario" que intentó invadir parte del territorio costarricense en la zona limítrofe en el año 2010, que pretende usurpar parte de territorio marítimo de su país y ahora pretende reclamar la provincia de Guanacaste.
"Más increíble e infame aún, con talante expansionista y en el marco de una ceremonia militar, anuncia desde Managua, la insensata ambición de "recuperar ese inmenso territorio". ¡En nombre del pueblo y Gobierno costarricense, rechazo tales pretensiones absurdas e irrespetuosas!", expresó Chinchilla.
"Costa Rica no acepta que se cuestionen sus derechos absolutos sobre la provincia de Guanacaste, ni tampoco en lo tocante a los linderos de nuestro territorio nacional", añadió Chinchilla.
Las afirmaciones del presidente Ortega también provocaron manifestaciones de rechazo entre los ciudadanos costarricenses, mientras que la Asamblea Legislativa realizó un voto de censura a la pretensión nicaragüense de reclamar la provincia costera occidental de su país.
Costa Rica y Nicaragua mantienen un litigio por el control de la zona limítrofe de Isla Calero y el supuesto daño ambiental que provocó la carretera construida por el gobierno costarricense paralelo a la frontera.
Además Costa Rica reclama a Nicaragua por ofrecer en concesión bloques de exploración petrolera en zonas marítimas que considera suyas.