Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) reclamaron hoy en La Habana garantías de seguridad para los grupos políticos y sociales de la oposición, así como la "proscripción real y material" del paramilitarismo en ese país sudamericano.
En una declaración leída a la prensa en el Palacio de Convenciones, el miembro de la delegación insurgente, Jesús Santrich, instó a la institucionalidad estatal para garantizar de manera efectiva el derecho a la oposición política y social.
Tal institucionalidad comprende la promulgación de legislación especial, incluida la política criminal, para "la proscripción de prácticas clientelistas, corruptas, criminales y mafiosas, que permean el sistema político y de representación, el régimen electoral y los diferentes poderes públicos", indicó el texto.
Las FARC también plantearon que el gobierno de Juan Manuel Santos se comprometa con el desmonte efectivo y la proscripción, real y material, de las estructuras paramilitares y de toda práctica ilegal de contrainsurgencia que impida el libre ejercicio del derecho y las garantías a la oposición política y social.
Centrados en el tema de la participación política --segundo de una agenda de seis--, representantes del grupo guerrillero y de las autoridades retomaron la víspera en la capital cubana la mesa de diálogos que busca poner fin a más de medio siglo de conflicto armado.
El líder de la delegación gubernamental, el ex vicepresidente Humberto de la Calle, reiteró que las discusiones en este punto se dirigen a ofrecer las garantías necesarias para que las FARC se transformen en una organización política legal y puedan ejercer la oposición desde la democracia.
En la agenda del diálogo, iniciado en noviembre último, se incluye, además de la cuestión agraria (ya discutida) y la participación política, el cese definitivo de los enfrentamientos armados, el problema del narcotráfico, la atención a las víctimas y los mecanismos de implementación y verificación de lo acordado.
Cuba y Noruega participan en las negociaciones en el rol de garantes, y Venezuela y Chile como acompañantes.